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Éxodo 22:11 - Biblia Martin Nieto

Pero si el animal ha sido robado en su casa, se lo pagará a su dueño.

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Biblia Reina Valera 1960

juramento de Jehová habrá entre ambos, de que no metió su mano a los bienes de su prójimo; y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

el vecino tendrá que hacer un juramento en presencia del Señor. Si el Señor confirma que el vecino no robó el animal, el dueño deberá aceptar el veredicto, y no se exigirá ningún pago;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Si el animal fue robado por descuido del depositario, éste pagará el daño.

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La Biblia Textual 3a Edicion

se interpondrá juramento de YHVH entre ambos, de que su mano no se extendió a los bienes de su prójimo, y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero si el animal fue robado en presencia del depositario, deberá indemnizar al dueño.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces un juramento de Jehová tendrá lugar entre ambos de que no echó su mano a los bienes de su prójimo; y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará.

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Éxodo 22:11
10 Tagairtí Cros  

el juramento del Señor decidirá entre las dos partes; si no ha puesto la mano sobre los bienes de su prójimo, el dueño del animal aceptará el juramento y el otro no pagará nada.


Si el animal hubiese sido despedazado, lo traerá para testimonio, pero no pagará nada por el animal despedazado.


En toda apropiación indebida, sea de buey, de asno, de oveja, de vestido o de cualquier cosa desaparecida, si alguien lo reclama como suyo, la causa de las dos partes se llevará ante Dios. Aquel a quien Dios condene, restituirá el doble a su prójimo.


No corras rumores falsos; no apoyes al que sostiene una causa injusta, dando falso testimonio.


no sea que, saciado, reniegue de ti y diga: '¿Quién es el Señor?'; o que, siendo pobre, robe y profane el nombre de mi Dios.


Yo te digo: Guarda las órdenes del rey, pues así lo juraste ante Dios.


Si alguno es citado a declarar como testigo sobre algo que ha visto u oído y se niega a declarar, peca y debe cargar con su culpa;


el sacerdote, revestido de la túnica y los calzones de lino, quitará la ceniza del fuego que ha consumido el holocausto sobre el altar y la pondrá a un lado del altar.


Los hombres, en efecto, juran por lo que es más grande que ellos, y el juramento es la garantía que pone fin a sus controversias.