Cuando se hizo grandecito se lo llevó a la hija del Faraón, que lo adoptó como hijo y le puso el nombre de Moisés, diciendo: 'Lo he sacado de las aguas'.
Éxodo 2:21 - Biblia Martin Nieto Moisés aceptó quedarse a vivir en casa de aquel hombre, que le dio a su hija Séfora por mujer. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Moisés convino en morar con aquel varón; y él dio su hija Séfora por mujer a Moisés. Biblia Nueva Traducción Viviente Moisés aceptó la invitación y se estableció allí con Reuel. Con el tiempo, Reuel le entregó a su hija Séfora por esposa. Biblia Católica (Latinoamericana) Moisés aceptó quedarse con aquel hombre, quien le dio por esposa a su hija Séfora. La Biblia Textual 3a Edicion Y Moisés aceptó habitar con aquel varón, y dio a Moisés su hija Séfora. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Moisés accedió a morar con aquel hombre, el cual le dio por mujer a su hija Séfora. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Moisés acordó en morar con aquel varón; y él dio a Moisés a su hija Séfora. |
Cuando se hizo grandecito se lo llevó a la hija del Faraón, que lo adoptó como hijo y le puso el nombre de Moisés, diciendo: 'Lo he sacado de las aguas'.
Él les dijo: '¿Dónde está? ¿Por qué habéis dejado allí a ese hombre? Llamadle para que coma algo'.
Moisés era el pastor del ganado de Jetró, su suegro, sacerdote de Madián. Llevó el ganado más allá del desierto y llegó al monte de Dios, el Horeb.
Moisés volvió a casa de Jetró, su suegro, y le dijo: 'Déjame marchar y volver a mis hermanos, que están en Egipto, para ver si todavía están vivos'. Jetró le dijo: 'Vete en paz'.
Moisés dijo a Jobab, hijo de su suegro Ragüel, el madianita: 'Nosotros partimos hacia la tierra que el Señor ha prometido darnos. Vente con nosotros y te trataremos bien, porque el Señor ha prometido favorecer a Israel'.
María y Aarón murmuraban contra Moisés por la mujer cusita que había tomado por esposa.
Al oír esto, Moisés huyó y se fue a vivir como extranjero a la tierra de Madián, donde tuvo dos hijos.
escogiendo más bien ser maltratado con el pueblo de Dios que disfrutar de las delicias pasajeras del pecado;
Que la avaricia no se apodere de vosotros. Contentaos con lo que tenéis, porque Dios mismo ha dicho: