y otras siete, raquíticas y quemadas por el viento del este, brotaban después de ellas.
Éxodo 10:13 - Biblia Martin Nieto Moisés extendió su bastón sobre Egipto, y el Señor hizo soplar sobre él el viento del este todo aquel día y aquella noche. Al amanecer, el viento del este había traído la langosta, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehová trajo un viento oriental sobre el país todo aquel día y toda aquella noche; y al venir la mañana el viento oriental trajo la langosta. Biblia Nueva Traducción Viviente Moisés extendió su vara sobre Egipto, y el Señor hizo que un viento del oriente soplara sobre el territorio todo ese día y también durante toda la noche. A la mañana siguiente, el viento del oriente había traído las langostas. Biblia Católica (Latinoamericana) Al extender Moisés su bastón sobre el país de Egipto, Yavé hizo que un viento del oriente soplara todo aquel día y aquella noche. Al amanecer, el viento del oriente había traído la langosta. La Biblia Textual 3a Edicion Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y todo aquel día y toda aquella noche YHVH trajo un viento del oriente sobre el país, y al llegar la mañana, el viento oriental había traído la langosta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Extendió Moisés su cayado sobre el territorio de Egipto, y Yahveh trajo sobre el país un viento de oriente todo aquel día y aquella noche. Cuando llegó la mañana, el viento de Oriente había traído la langosta, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehová trajo un viento oriental sobre el país todo aquel día y toda aquella noche; y a la mañana el viento oriental trajo las langostas. |
y otras siete, raquíticas y quemadas por el viento del este, brotaban después de ellas.
fuego y granizo, nieve y bruma, viento de tempestad que ejecuta sus órdenes,
Hizo soplar de los cielos viento solano, con su poder atrajo el ábrego,
entregó a la langosta sus cosechas, el fruto de sus sudores al pulgón;
Moisés extendió después su mano sobre el mar, y el Señor, por medio de un recio viento del este, empujó el mar, dejándolo seco y dividiendo las aguas.
las langostas, que no tienen rey, pero todas marchan en bandas ordenadas;
Pero el Señor desencadenó un fuerte viento sobre el mar, y hubo una borrasca tan violenta que parecía que la nave iba a hacerse pedazos.
Al salir el sol, Dios mandó un viento sofocante del este, y el sol abrasador caía sobre la cabeza de Jonás, el cual, a punto de desvanecerse, se deseaba la muerte y decía: 'Más vale morir que vivir'.
Los discípulos, asombrados, decían: '¿Quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?'.