Cuando Isbaal, hijo de Saúl, supo que Abner había muerto en Hebrón, se quedó sin aliento, y todo Israel quedó consternado.
Esdras 4:4 - Biblia Martin Nieto Entonces la población del país se puso a desanimar al pueblo de Judá y a meterles miedo, a fin de que dejasen la construcción. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que no edificara. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los habitantes del lugar intentaron desalentar e intimidar al pueblo de Judá para impedirle que siguiera trabajando. Biblia Católica (Latinoamericana) La gente del país trató entonces de desanimar al pueblo de Judá y de amenazarlo para impedirle que construyera. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces sucedió que el pueblo de la tierra° desalentaba° al pueblo de Judá, y los hostigó mientras construían, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces, aquella gente de la tierra se dedicó a desanimar al pueblo de Judá y a atemorizarlos, para que no continuaran la construcción. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el pueblo de la tierra debilitaba las manos del pueblo de Judá, atemorizándolo para que no edificara. |
Cuando Isbaal, hijo de Saúl, supo que Abner había muerto en Hebrón, se quedó sin aliento, y todo Israel quedó consternado.
Levantaron el altar sobre sus mismos cimientos, a pesar del miedo que tenían a la población del país, y ofrecieron en él holocaustos al Señor: los holocaustos de la mañana y de la tarde.
Sobornaron además contra ellos a algunos funcionarios del rey para hacer fracasar su proyecto. Este estado de cosas duró todo el tiempo que aún reinó Ciro, rey de Persia, hasta el reinado de Darío, rey de Persia.
que trabajaban en la muralla. También los cargadores estaban armados: con una mano trabajaban y con la otra empuñaban el arma.
y se conjuraron todos ellos a una para atacar a Jerusalén y causarle todo el daño posible.
Lo que intentaban era meternos miedo, pensando que dejaríamos el trabajo, y la obra no se llegaría a realizar. Pero, por el contrario, yo proseguí con más ánimo.
Aquellos dignatarios dijeron al rey: 'Pedimos la muerte de este hombre, que desalienta a los combatientes que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo, al hablarles en tales términos. Es evidente que este hombre no busca el bien de este pueblo, sino su desgracia'.
El príncipe del reino de Persia me ha hecho resistencia durante veintiún días; pero Miguel, uno de los primeros príncipes, ha venido en mi ayuda; le he dejado allí junto al rey de Persia.
Entonces me dijo: '¿Sabes por qué he venido? Ahora me marcho otra vez a luchar con el príncipe de Persia. Cuando haya terminado, vendrá el príncipe de Grecia.