No tengas envidia de los pecadores; antes bien, teme siempre al Señor,
Eclesiastés 5:7 - Biblia Martin Nieto Si ves en la región al pobre oprimido, el derecho y la justicia violados, no te sorprendas por eso; es que sobre una autoridad hay vigilando otra autoridad, y sobre ésta hay aún otras autoridades. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Hablar no cuesta nada, es como soñar despierto y tantas otras actividades inútiles. Tú, en cambio, teme a Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Si ves en una provincia al pobre oprimido, el derecho y la justicia violados, no te sorprendas: por encima de una autoridad hay un escalón superior, y por encima de éste, otros más elevados. La Biblia Textual 3a Edicion Porque donde abundan los sueños abundan las vanidades y las muchas palabras. Pero tú, teme a Ha-’Elohim. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si ves que en una provincia se oprime al pobre y se conculca el derecho y la justicia, no te turbes: por encima del grande vigila otro grande, y por encima de ellos otros mayores. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque en la multitud de sueños y en las muchas palabras también abundan las vanidades; mas tú, teme a Dios. |
No tengas envidia de los pecadores; antes bien, teme siempre al Señor,
Fin del discurso. Todo está dicho. Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque en eso consiste ser hombre.
Yo sé que todo lo que Dios hace subsiste para siempre; a ello nada se puede añadir ni de ello se puede quitar nada, y así hace Dios que se le tema.
Y he visto más debajo del sol: en el lugar del derecho está el delito; y en el lugar de la justicia, la injusticia.
Cuando haces una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, porque no le agradan los necios. La promesa que has hecho, cúmplela.
Es bueno que esto sujetes y que de aquello no retires tu mano; porque quien teme a Dios cumple lo uno y lo otro.
Porque el delincuente comete cien delitos, y no le hacen nada; con todo, yo también sé que llega la felicidad a los que temen a Dios, porque lo temen;
y que no tendrá la felicidad el malhechor, y no prolongará sus días más que como una sombra, porque no teme a Dios.
Todo esto lo he comprobado examinando todas las cosas que se hacen bajo el sol, en el tiempo en que un hombre domina sobre otro hombre y le hace daño.
Y yo os digo que de toda palabra ociosa que digan los hombres darán cuenta el día del juicio.