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Eclesiastés 5:11 - Biblia Martin Nieto

El sueño del trabajador es dulce, haya comido poco o mucho; pero al rico la riqueza no le deja dormir.

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Biblia Reina Valera 1960

Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuanto más tengas, más se te acercará la gente para ayudarte a gastarlo. Por lo tanto, ¿de qué sirven las riquezas? ¡Quizás solo para ver cómo se escapan de las manos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El sueño del trabajador será tranquilo, haya comido poco o mucho; pero la saciedad del rico no le permite dormir.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando aumentan los bienes, aumentan quienes los consumen. ¿Qué provecho, pues, tendrá su dueño aparte de verlos con sus propios ojos?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dulce es el sueño para quien trabaja, coma poco o mucho; pero al rico, el hartazgo no le deja dormir.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Cuando los bienes aumentan, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?

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Eclesiastés 5:11
16 Tagairtí Cros  

En atención a ella, el Faraón trató bien a Abrán, que recibió ovejas, bueyes y asnos, siervos y siervas, camellos y asnas.


Abrán se había hecho muy rico en ganados, plata y oro.


Si fijas en ella tus ojos, ya no está allí, porque ha echado alas, como el águila ha volado hacia el cielo.


Goza, joven, de tu mocedad, y que tu corazón disfrute en los días de tu juventud. Sigue los caminos de tu corazón y los deseos de tus ojos. Pero sabe que de todo esto Dios te pedirá cuentas.


Y continué engrandeciéndome más que cuantos me precedieron en Jerusalén, mientras la sabiduría estaba conmigo.


Hay un mal doloroso, que he visto bajo el sol: riquezas guardadas por su dueño para su desgracia.


El que los ojos vean es preferible a que el corazón desee. También esto es vanidad y dar caza al viento.


Perdiz que empolla huevos que no ha puesto es quien amasa riquezas injustas: a la mitad de sus días las tendrá que dejar, y al final no será más que un necio'.


¿Es que no depende del Señor omnipotente que los pueblos trabajen para el fuego y las naciones se afanen para nada?


Porque todo lo que hay en el mundo, las pasiones carnales, el ansia de las cosas y la arrogancia, no provienen del Padre, sino del mundo.