Eclesiastés 1:8 - Biblia Martin Nieto Es indecible lo que aburren las cosas; no se sacia el ojo de ver, ni el oído se harta de oír. _ Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír. Biblia Nueva Traducción Viviente Todo es tan tedioso, imposible de describir. No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos. Biblia Católica (Latinoamericana) Hay mucho que decir, uno se cansaría de tanto hablar;
El ojo no terminará de ver,
el oído nunca terminará de oír, La Biblia Textual 3a Edicion Todas las cosas son fatigosas, Más de lo que el hombre puede expresar. El ojo nunca se sacia de ver, Ni el oído se harta de oír. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todas las cosas dan fastidio. Nadie podrá decir que no se cansa el ojo de ver ni el oído se harta de escuchar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todas las cosas son fatigosas, más de lo que el hombre puede expresar. No se sacia el ojo de ver, ni el oído se sacia de oír. |
El abismo y el infierno son insaciables, los ojos del hombre son también insaciables.
Todos los ríos van al mar, y la mar no se llena; al lugar donde van los ríos, allí mismo vuelven a ir.
Luego reflexioné sobre todas las obras que mis manos habían hecho y sobre la fatiga que me había tomado por hacerlas, y he aquí que todo es vanidad, andar a la caza del viento, y no queda provecho alguno bajo el sol.
Porque él da sabiduría, ciencia y placer al hombre que le agrada; y al malhechor le impone la carga de allegar y amontonar para dejárselo después a quien Dios quiera. También esto es vanidad y dar caza al viento.
Hay un hombre solo y sin compañero; no tiene hijo ni hermano; y, sin embargo, nunca cesa de trabajar, y sus ojos no se hartan de riquezas. Entonces, ¿para quién trabajo yo y me privo de bienestar? También esto es vanidad y una penosa ocupación.
Todo el trabajo del hombre es para su boca; y, con todo, sus deseos nunca se sacian.
Esperabais mucho, y resultó poco; lo llevasteis a casa, y yo os lo he dispersado con mi soplo. ¿Por qué?, palabra del Señor todopoderoso. Porque mi casa está en ruinas, mientras cada uno de vosotros sólo se preocupa de su propia casa.
Venid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos, y yo os aliviaré.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.