Atiende, Señor, Dios mío, la oración y la súplica que tu siervo eleva hoy a ti;
Daniel 9:17 - Biblia Martin Nieto Ahora, pues, oh Dios nuestro, escucha la oración de tu siervo y sus súplicas y, por amor de ti mismo, haz brillar tu rostro sobre tu desolado santuario. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor. Biblia Nueva Traducción Viviente »¡Oh Dios nuestro, oye la oración de tu siervo! Escucha mientras te hago mis ruegos. Por amor a tu nombre, Señor, vuelve a sonreírle a tu desolado santuario. Biblia Católica (Latinoamericana) Escucha pues, tú, nuestro Dios, la oración de tu servidor y su súplica. Por tu honor, Señor, haz que brille tu rostro sobre tu santuario en ruinas. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo y sus ruegos, y haz que tu rostro resplandezca sobre tu Santuario asolado, por amor de ti mismo, ¡oh Adonay! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Escucha ahora, Dios nuestro, la oración de tu siervo y sus súplicas, y haz brillar tu rostro sobre tu santuario devastado, por amor de ti mismo, Señor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus súplicas, y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor. |
Atiende, Señor, Dios mío, la oración y la súplica que tu siervo eleva hoy a ti;
Que tus oídos estén atentos y tus ojos abiertos para escuchar la plegaria de tu siervo, que yo derramo ahora ante ti, día y noche, por los israelitas tus siervos, confesando los pecados que ellos han cometido contra ti. Yo mismo y la casa de mi padre hemos pecado;
ilumina tu rostro sobre este siervo tuyo y haz que aprenda tus preceptos;
Que Dios tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro entre nosotros
Ven a ver estas ruinas sempiternas; en tu santuario todo lo ha destruido el enemigo.
y jamás volveremos a apartarnos de ti; consérvanos la vida e invocaremos tu nombre.
ante Efraín, Benjamín y Manasés; despierta tu poder y ven a socorrernos.
Oh Dios, haz que seamos lo que fuimos, haz que brille tu rostro y seremos liberados.
nos has hecho el chismorreo de los vecinos, nuestros enemigos se burlan de nosotros.
Por mí, sólo por mí lo haré; ¿voy a dejar profanar mi nombre? No cederé mi gloria a ningún otro.
por el monte Sión, que está desolado, y en el que merodean los chacales.
¡Señor, escucha! ¡Señor, perdona! ¡Señor, atiende y actúa! ¡No tardes más, por amor de ti mismo, oh Dios mío!, pues tu nombre se invoca sobre tu ciudad y sobre tu pueblo'.
'Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa.
Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en él. Por eso, cuando glorificamos a Dios, decimos 'amén' por Jesucristo.
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y su lámpara es el cordero.