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Daniel 4:5 - Biblia Martin Nieto

Finalmente vino a mi presencia Daniel, llamado Baltasar según el nombre de mi Dios, hombre en quien está el espíritu del Dios santo, y le conté el sueño.

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Biblia Reina Valera 1960

Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Una noche tuve un sueño que me asustó; mientras estaba en la cama vi visiones que me aterraron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al fin se presentó Daniel (llamado Baltasar según el nombre de mi Dios), quien tiene en sí el espíritu de los dioses santos. Le conté el sueño y le dije:

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La Biblia Textual 3a Edicion

Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, me turbaron las imaginaciones y visiones de mi cabeza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Luego se presentó ante mí Daniel, llamado Baltasar en honor a mi dios, en quien reside la inspiración divina, y le conté el sueño:

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Vi un sueño que me espantó, y las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron en mi cama.

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Daniel 4:5
15 Tagairtí Cros  

Dos años después, el Faraón tuvo este sueño: Estaba junto al Nilo,


Pero el jefe de los eunucos les cambió el nombre: a Daniel le llamó Baltasar; a Ananías, Sidrac; a Misael, Misac, y a Azarías, Abdénago.


El año segundo de su reinado, Nabucodonosor tuvo un sueño que le preocupó tanto, que no podía dormir.


el cual les dijo: 'He tenido un sueño y estoy preocupado por encontrar una explicación'.


Yo contemplaba en mi cama las visiones de mi mente. De pronto bajó del celo un vigilante, un santo,


Su corazón dejará de ser un corazón de hombre; se le dará un corazón de bestia. Después pasarán por él siete períodos.


Tal es el sueño que he tenido yo, el rey Nabucodonosor. Y tú, Baltasar, indícame su interpretación, ya que los sabios de mi reino no fueron capaces de darme una explicación, mientras que tú eres capaz, porque en ti mora el espíritu del Dios santo'.


eres tú, oh rey, que te has hecho grande y poderoso, tanto que tu grandeza ha crecido y ha llegado hasta el cielo y tu poder hasta los confines del mundo.


La reina, enterada de las palabras del rey y de sus dignatarios, entró en la sala del convite, rompió el silencio y dijo: '¡Oh rey, vive eternamente! No te turben tus pensamientos ni se te mude el color del semblante.


Hay en tu reino un hombre en quien mora el espíritu del Dios santo. Ya en tiempo de tu padre demostró tener una intuición, una inteligencia y una sabiduría semejante a la de los dioses, tanto que el rey Nabucodonosor, tu padre, le nombró jefe de los magos, los adivinos, los caldeos y los astrólogos.


El año primero de Baltasar, rey de Babilonia, Daniel, mientras estaba en la cama, tuvo un sueño y pasaron por su espíritu unas visiones. En seguida puso por escrito el sueño.


Aquí termina la relación. Yo, Daniel, quedé turbado por estos pensamientos y se me demudó el color del rostro. Pero lo guardé todo en mi corazón.