Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Daniel 4:19 - Biblia Martin Nieto

19 eres tú, oh rey, que te has hecho grande y poderoso, tanto que tu grandeza ha crecido y ha llegado hasta el cielo y tu poder hasta los confines del mundo.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

19 Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, quedó atónito casi una hora, y sus pensamientos lo turbaban. El rey habló y dijo: Beltsasar, no te turben ni el sueño ni su interpretación. Beltsasar respondió y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su interpretación para los que mal te quieren.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

19 »Al oír el relato, Daniel (también llamado Beltsasar) se quedó agobiado por un rato, atemorizado por el significado del sueño. Entonces el rey le dijo: “Beltsasar, no te alarmes por el sueño y lo que significa”. »Beltsasar respondió: “¡Mi señor, quisiera que los sucesos anticipados en este sueño ocurrieran a sus enemigos y no a usted!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Ese árbol, oh rey, eres tú. Has crecido hasta tal punto que tu poder se eleva hasta los cielos y tu autoridad se extiende hasta los extremos de la tierra.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

19 Pero Daniel (cuyo nombre es Beltsasar), quedó atónito casi una hora, turbado por sus pensamientos. Entonces el rey habló y dijo: Oh Beltsasar, no te turben ni el sueño ni su interpretación. Respondió Beltsasar, y dijo: Señor mío, sea este sueño para tus enemigos, y su interpretación para los que te aborrecen.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 eres tú, ¡oh rey!, que has crecido y te has hecho fuerte; tu grandeza se ha acrecentado y ha llegado hasta el cielo, y tu imperio hasta los confines de la tierra'.

Féach an chaibidil Cóip




Daniel 4:19
27 Tagairtí Cros  

Raquel le dijo: 'No se enfade mi señor si no puedo levantarme ante él, pues tengo lo que es habitual en las mujeres'. Así él buscó y rebuscó, pero no pudo encontrar sus ídolos.


Y al primero le dio esta orden: 'Cuando te encuentre mi hermano Esaú y te pregunte: ¿De quién eres, adónde vas y de quién es el ganado que va delante?,


José le dijo: 'Esto es lo que significa: los tres sarmientos son tres días;


Cuando Abdías iba por el camino, le salió al encuentro Elías. Al reconocerle, se postró rostro en tierra y dijo: '¿Eres tú Elías, mi señor?'.


¡Si tú quisieras, a pesar de todo, perdonar su pecado! Si no, bórrame del libro que has escrito'.


Procurad el bien de la nación adonde yo os he deportado y rogad por ella al Señor, porque su prosperidad será también la vuestra.


¡Ay, mis entrañas, mis entrañas! ¡Cómo sufro! ¡Entretelas de mi corazón! El corazón se me salta; ya no puedo callarme porque he oído el sonido del clarín, el clamor de guerra.


Pero el jefe de los eunucos les cambió el nombre: a Daniel le llamó Baltasar; a Ananías, Sidrac; a Misael, Misac, y a Azarías, Abdénago.


El rey se dirigió a Daniel, a quien llamaban Baltasar, y le dijo: '¿Eres capaz de decirme el sueño que he tenido y darme su interpretación?'.


Tú, oh rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha dado el imperio, la fuerza, el poder y la gloria,


Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: Redime tus pecados mediante la justicia, y tu iniquidad con la misericordia para con los pobres. Tal vez así lograrás alargar tu prosperidad'.


En efecto, en Daniel, a quien el rey puso el nombre de Baltasar, se encontró un espíritu superior, una inteligencia, una intuición especial para comprender sueños, descifrar enigmas y resolver dificultades. Llamad, pues, a Daniel, que él dará la interpretación'.


Oh rey, el Dios altísimo dio a tu padre Nabucodonosor el reino, el poder, la majestad y la gloria;


y por este poder que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y se estremecían en su presencia. Él mataba a quien quería, dejaba vivir a quien quería, a quien quería exaltaba y humillaba a quien quería.


Yo, Daniel, quedé profundamente turbado y las visiones que contemplé me dejaron asustado.


Aquí termina la relación. Yo, Daniel, quedé turbado por estos pensamientos y se me demudó el color del rostro. Pero lo guardé todo en mi corazón.


Entonces yo, Daniel, me sentí sin fuerzas y estuve enfermo algunos días. Después me levanté y me seguí ocupando de los asuntos del rey. Pero continuaba asustado por la visión, que me resultaba incomprensible.


Te ven los montes y tiemblan, un diluvio de agua irrumpe, el abismo deja oír su voz, levanta a lo alto sus manos.


Ana respondió: 'No, señor mío; soy una mujer desgraciada; no he bebido vino ni licor; estoy desahogando mi corazón ante el Señor.


David refrenó a sus hombres y no les permitió lanzarse sobre Saúl.


David contestó a Abner: '¿No eres tú un hombre? ¿Quién como tú en Israel? ¿Entonces por qué no has guardado a tu señor, el rey? Porque uno del pueblo ha ido a matar al rey, tu señor.


Y le preguntó: '¿Qué es lo que te ha dicho? ¡No me ocultes nada! Que Dios te castigue si me ocultas una palabra de lo que él te ha dicho'.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí