Bíobla ar líne

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Daniel 4:4 - Biblia Martin Nieto

Los magos, adivinos, caldeos y astrólogos vinieron y yo les conté mi sueño, pero no supieron darme una explicación.

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Biblia Reina Valera 1960

Yo Nabucodonosor estaba tranquilo en mi casa, y floreciente en mi palacio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Yo, Nabucodonosor, vivía en mi palacio con comodidad y prosperidad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Llegaron los magos, los adivinos, los brujos y los astrólogos, y les conté el sueño, pero nadie me dio la interpretación de él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Yo Nabucodonosor estaba tranquilo en mi casa y floreciente en mi palacio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Vinieron, pues, los magos, los adivinos, los caldeos y los astrólogos y les conté el sueño; pero no supieron darme la interpretación.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Yo Nabucodonosor estaba tranquilo en mi casa, y próspero en mi palacio.

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Daniel 4:4
13 Tagairtí Cros  

Venid, voy a buscar vino, nos alegraremos con licores; y mañana será como hoy y mucho mejor.


Tranquilo ha vivido Moab desde su juventud; descansaba como vino en su poso, sin haber sido trasvasado jamás, sin haber partido al destierro. Por ello ha conservado su sabor y su aroma no se ha alterado.


Tu belleza te llenó de orgullo. Tu esplendor te hizo perder tu sabiduría. Yo te derribé por tierra y te di en espectáculo a los reyes.


Diles: Esto dice el Señor Dios: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, cocodrilo gigante, recostado en medio de tus ríos, tú que has dicho: Mis Nilos son míos, yo me los he hecho.


Lo que el rey pide es difícil y no hay nadie que pueda satisfacer al rey, salvo los dioses; pero ellos no están entre los hombres'.


eres tú, oh rey, que te has hecho grande y poderoso, tanto que tu grandeza ha crecido y ha llegado hasta el cielo y tu poder hasta los confines del mundo.


Todos los sabios del rey se acercaron, pero no lograron leer lo escrito ni dar al rey una explicación.


En aquel tiempo yo registraré a Jerusalén con linterna, y castigaré a los hombres que se sientan en sus heces y dicen: 'El Señor no hace nada, ni bien ni mal'.