Como una cuarta son de largos mis días; ante ti mi vida es como nada, menos que un soplo son todos los humanos;
Daniel 11:4 - Biblia Martin Nieto Una vez afirmado su imperio será destrozado y dividido a los cuatro vientos del cielo. No pasará a sus hijos, ni tendrá el mismo poder; su reino será exterminado y pasará a otros, excluidos sus descendientes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero cuando se haya levantado, su reino será quebrantado y repartido hacia los cuatro vientos del cielo; no a sus descendientes, ni según el dominio con que él dominó; porque su reino será arrancado, y será para otros fuera de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero cuando esté en la cumbre de su poder, su reino será quebrado y dividido en cuatro partes. Este reino no será gobernado por los descendientes del rey, ni tendrá el poder que tuvo antes. Pues su imperio será arrancado de raíz y entregado a otros. Biblia Católica (Latinoamericana) En medio de sus éxitos, será rota su realeza y su reino repartido a los cuatro vientos del cielo, pero no entre sus descendientes pues le será arrebatado el reino y entregado a otros. La Biblia Textual 3a Edicion Pero apenas establecido, su reino será quebrantado y repartido a los cuatro vientos de los cielos, pero no a sus descendientes, ni con el poder con que él gobernó, porque su reino será arrancado, y pasará a otros fuera de aquéllos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mas, apenas establecido, su reino será dividido y repartido a los cuatro vientos del cielo, pero no entre sus descendientes ni con el poder con que él dominó, porque su reino será aniquilado y pasará a manos ajenas.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero cuando se haya levantado, su reino será fragmentado y repartido por los cuatro vientos del cielo; y no a sus descendientes, ni según el señorío con que él señoreó; porque su reino será arrancado, y será para otros fuera de ellos. |
Como una cuarta son de largos mis días; ante ti mi vida es como nada, menos que un soplo son todos los humanos;
Hay un hombre solo y sin compañero; no tiene hijo ni hermano; y, sin embargo, nunca cesa de trabajar, y sus ojos no se hartan de riquezas. Entonces, ¿para quién trabajo yo y me privo de bienestar? También esto es vanidad y una penosa ocupación.
Pero después de haberlos arrancado, volveré a compadecerme de ellos y restableceré a cada uno en su heredad, a cada uno en su país.
Pero si no quieren escuchar, yo arrancaré a esa gente' -dice el Señor-.
A veces yo decido, contra una nación o contra un reino, arrancarlo, destruirlo y aniquilarlo;
Y todo el valle de los cadáveres y de la ceniza, así como todos los campos a lo largo del torrente Cedrón, hasta el ángulo de la puerta de los Caballos por oriente, serán consagrados al Señor; no volverán a ser destruidos ni devastados jamás.
Esto dice el Señor: Le dirás: Lo que había construido, lo destruyo; lo que había plantado, lo arranco. Voy a herir a toda la tierra.
Traeré sobre Elán los cuatro vientos de los cuatro puntos cardinales. A todos estos vientos los dispersaré, y no habrá nación adonde no lleguen fugitivos de Elán.
Entonces él me dijo: 'Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Esto dice el Señor Dios: ¡Ven, espíritu, de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos para que revivan!'.
Daniel tomó la palabra y dijo: 'Veía yo en visiones durante la noche que los cuatro vientos del cielo agitaban el mar grande;
Después vi otra bestia, como un leopardo, con cuatro alas de ave en su dorso; tenía también cuatro cabezas y le fue dado el poder.
Yo miraba los cuernos y observé que de en medio de ellos despuntaba otro cuerno, y que tres de los diez precedentes le eran arrancados para dar cabida a aquél. Vi también que el nuevo cuerno tenía ojos como los de un hombre y una boca que decía cosas monstruosas.
El que éste se rompiera y salieran otros cuatro en su lugar significa que de esta nación saldrán cuatro reinos, pero de menor potencia.
Luego el macho cabrío se hizo extraordinariamente poderoso; pero cuando estaba en la cúspide de su poder, su gran cuerno se partió y, en su lugar, despuntaron otros cuatro bien visibles, hacia los cuatro vientos del cielo.
Yo le dije: '¿Dónde vas? Y me contestó: A medir a Jerusalén para ver cuál es su anchura y su longitud.
El ángel me respondió: Son los cuatro vientos del cielo, que salen de la presencia del Señor de toda la tierra.
Jesús, conociendo su pensamiento, les dijo: 'Todo reino dividido será desolado, y toda ciudad o casa dividida no puede subsistir.
Pero Dios le dijo: ¡Insensato, esta misma noche morirás!; ¿para quién será lo que has acaparado?
Después de esto vi cuatro ángeles en pie en los cuatro ángulos de la tierra, que retenían los cuatro vientos de la tierra para que no soplase el viento ni sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.