palanganas, cuchillos, aspersorios, bandejas y despabiladeras: todo de oro puro; los quicios de las puertas del lugar santísimo y de la nave central, también de oro.
Apocalipsis 8:3 - Biblia Martin Nieto Después vino otro ángel, que se paró de pie junto al altar, con un incensario de oro; le dieron muchos perfumes para que los ofreciese juntamente con las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro colocado delante del trono. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces vino otro ángel con un recipiente de oro para quemar incienso y se paró ante el altar. Se le dio una gran cantidad de incienso para mezclarlo con las oraciones del pueblo de Dios como una ofrenda sobre el altar de oro delante del trono. Biblia Católica (Latinoamericana) Otro ángel vino y se paró delante del altar de los perfumes con un incensario de oro. Se le dieron muchos perfumes: las oraciones de todos los santos que iba a ofrecer en el altar de oro colocado delante del trono. La Biblia Textual 3a Edicion Y llegó otro ángel, y se puso en pie junto° al altar° teniendo un incensario de oro, y le fue dado mucho incienso para que lo añadiera° a las oraciones de todos los santos, en el altar de oro delante del trono. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vino otro ángel y se puso en pie, junto al altar, con un incensario de oro. Se le dio gran cantidad de incienso para que lo ofreciese, junto con las oraciones de todo el pueblo santo, sobre el altar de oro que está delante del trono. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y otro ángel vino y se puso en pie delante del altar, teniendo un incensario de oro; y le fue dado mucho incienso para que lo ofreciese con las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono. |
palanganas, cuchillos, aspersorios, bandejas y despabiladeras: todo de oro puro; los quicios de las puertas del lugar santísimo y de la nave central, también de oro.
que mi oración sea como incienso en tu presencia, y mis manos alzadas, la ofrenda de la tarde.
Entonces voló hacia mí uno de los serafines llevando un carbón encendido que había tomado del altar con unas tenazas.
un altar de madera de metro y medio de alto, un metro de largo y uno de ancho; sus ángulos, su base y su pared eran de madera. Y me dijo el personaje: 'Ésta es la mesa que está delante del Señor'.
Vi al Señor de pie junto al altar, y dijo: 'Golpea los capiteles y que tiemblen los umbrales; destroza a los que van en cabeza; a los que siguen yo los mataré a espada; nadie podrá huir, y ningún fugitivo se salvará.
Porque desde oriente a occidente mi nombre es grande entre las naciones, y en todo lugar se ofrece a mi nombre un sacrificio de incienso y una ofrenda pura. Porque mi nombre es grande entre las naciones -dice el Señor todopoderoso-,
Extenderán una tela morada sobre el altar de oro y, después de recubrirlo todo con pieles de tejón, le pondrán las barras.
¿Quién será el que condene? Cristo Jesús, el que murió, mejor dicho, el que resucitó, el que está a la diestra de Dios y el que intercede por nosotros.
De ahí proviene que pueda salvar perfectamente a aquellos que por él se acercan a Dios, estando siempre vivo para interceder en su favor.
con el altar de oro para los perfumes y el arca de la alianza totalmente recubierta de oro, que contenía un vaso de oro lleno de maná, la vara de Aarón que había florecido y las tablas de la alianza;
Después vi otro ángel vigoroso, que bajaba del cielo envuelto en una nube; sobre la cabeza tenía el arco iris; su rostro era como el sol, y sus piernas como columnas de fuego.
Salió todavía del altar otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, y gritó con voz potente al que tenía la hoz afilada: 'Echa tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, pues la uva está madura'.
Entonces los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se pusieron de rodillas delante del cordero, teniendo cada uno en la mano un arpa y copas de oro llenas de perfumes (las oraciones de los santos).
Cuando el cordero abrió el quinto sello, vi debajo del altar vivos a los que habían sido degollados por proclamar la palabra de Dios y por el testimonio que habían dado.
Después vi otro ángel, que subía del oriente y llevaba el sello del Dios vivo; y gritó con voz potente a los cuatro ángeles a los que se les había dado el poder de dañar la tierra y el mar:
Y de la mano del ángel, el humo de los perfumes se elevaba delante de Dios con las oraciones de los santos.
Después el ángel tomó el incensario, lo llenó de fuego del altar y lo lanzó sobre la tierra. Entonces se produjeron truenos, relámpagos, voces y terremotos.
El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz que salía de los cuatro ángulos del altar de oro que está delante de Dios,