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Hebreos 9:4 - Biblia Martin Nieto

4 con el altar de oro para los perfumes y el arca de la alianza totalmente recubierta de oro, que contenía un vaso de oro lleno de maná, la vara de Aarón que había florecido y las tablas de la alianza;

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Biblia Reina Valera 1960

4 el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 En esa sala había un altar de oro para el incienso y un cofre de madera conocido como el arca del pacto, el cual estaba totalmente cubierto de oro. Dentro del arca había un recipiente de oro que contenía el maná, la vara de Aarón a la que le habían salido hojas y las tablas del pacto que eran de piedra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 donde está el altar de oro de los perfumes y el arca de la alianza enteramente cubierta de oro. El arca contenía un vaso de oro con el maná, la vara de Aarón que había florecido y las tablas de la Ley.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 que tenía un incensario de oro° y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes,° en la que estaba una urna de oro que contenía el maná,° la vara de Aarón que reverdeció,° y las tablas del pacto;°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 en ella había un altar de oro para el incienso y el arca de la alianza, toda recubierta de oro, en cuyo interior se encontraba una urna de oro con el maná, la vara florecida de Aarón y las tablas de la ley.

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Hebreos 9:4
26 Tagairtí Cros  

palanganas, cuchillos, aspersorios, bandejas y despabiladeras: todo de oro puro; los quicios de las puertas del lugar santísimo y de la nave central, también de oro.


e instalé en él el arca donde está la alianza del Señor, la alianza que hizo con nuestros padres cuando los sacó de Egipto'.


En el arca no había más que las dos tablas de piedra, que puso allí Moisés en el Horeb, cuando el Señor hizo la alianza con los israelitas a su salida de Egipto.


En el arca no había más que las dos tablas que puso allí Moisés en el Horeb, cuando el Señor hizo la alianza con los israelitas a su salida de Egipto.


Colgarás el velo de los garfios y allí, detrás del velo, pondrás el arca del testimonio. El velo servirá para separar el lugar santo del lugar santísimo.


Cuando el Señor terminó de hablar a Moisés en la montaña del Sinaí, le dio las dos tablas de la ley, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.


Moisés volvió y bajó de la montaña con las dos tablas de la ley en sus manos, escritas por los dos lados, en sus dos caras.


Cuando Moisés bajó de la montaña del Sinaí trayendo en sus manos las dos tablas de la ley, no sabía que la tez de su cara se había vuelto radiante durante sus conversaciones con el Señor.


Hizo el altar de los perfumes de madera de acacia, de medio metro de largo por medio de ancho, o sea, cuadrado, y un metro de alto. Sus cuernos formaban un solo cuerpo en el altar.


el arca del testimonio con sus barras y el propiciatorio;


y pondrás en él el arca del testimonio, que cubrirás con el velo.


Tomará del altar que está delante del Señor un incensario lleno de carbones encendidos y dos puñados de incienso aromático molido para llevarlo todo detrás del velo.


'Alejaos de esta comunidad, pues la voy a destruir en un instante'. Ellos cayeron rostro en tierra.


Éstas recuerdan a los israelitas que ningún laico ajeno a la descendencia de Aarón puede acercarse a ofrecer incienso delante del Señor, si no quiere seguir la suerte de Coré y sus secuaces, tal como el Señor había ordenado por medio de Moisés.


Moisés y Aarón entraron en la tienda de la reunión,


Al cabo de cuarenta días y cuarenta noches, el Señor me dio las dos tablas de piedra, las tablas de la alianza,


Cuando subí yo a la montaña para recibir las tablas de piedra, las tablas de la alianza que el Señor hacía con vosotros, permanecí sobre la cima cuarenta días y cuarenta noches sin comer ni beber.


Entonces se abrió el templo de Dios, el que está en el cielo, se vio en su templo el arca de su alianza en medio de rayos, voces, truenos, terremotos y fuerte granizada.


Después vino otro ángel, que se paró de pie junto al altar, con un incensario de oro; le dieron muchos perfumes para que los ofreciese juntamente con las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro colocado delante del trono.


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