Había observado además que este cuerno hacía la guerra contra los santos y los vencía,
Apocalipsis 17:6 - Biblia Martin Nieto Y vi a la mujer emborracharse de la sangre de los santos y de los mártires de Jesús, y al verla me quedé estupefacto. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro. Biblia Nueva Traducción Viviente Pude ver que ella estaba borracha, borracha de la sangre del pueblo santo de Dios, es decir, los que testificaron de Jesús. Me quedé mirándola totalmente asombrado. Biblia Católica (Latinoamericana) Y observé que la mujer se había embriagado con la sangre de los santos y de los mártires de Jesús.
Esta visión me dejó muy sorprendido, La Biblia Textual 3a Edicion Y vi a la mujer embriagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y al verla, me asombré con gran asombro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vi que la mujer estaba ebria de la sangre del pueblo santo y de la sangre de los testigos de Jesús. Su visión me dejó estupefacto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vi a la mujer embriagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé maravillado con gran asombro. |
Había observado además que este cuerno hacía la guerra contra los santos y los vencía,
Proferirá palabras monstruosas contra el altísimo, perseguirá a los santos del altísimo y tratará de cambiar festividades y leyes. El pueblo santo será entregado en su poder por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo.
Tus ojos son demasiado puros para mirar el mal; tú no puedes aceptar el espectáculo de la opresión; ¿por qué aceptas entonces el espectáculo de los criminales, por qué guardas silencio cuando un criminal devora a uno más justo que él?
'Todos sirven primero el vino mejor; y cuando se ha bebido en abundancia, el peor. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora'.
Cuando se derramó la sangre de Esteban, tu testigo, yo mismo estaba allí, consintiendo y guardando las ropas de los que lo mataban.
Ellos le han vencido por la sangre del cordero y por el testimonio que proclamaron, y han despreciado su vida hasta sufrir la muerte.
Le dieron el poder de dar vida a la estatua de la bestia hasta el punto de hacerla hablar y que hiciera matar a todos los que no la adorasen.
Y le permitieron hacer la guerra a los santos y vencerlos; le dieron poder sobre toda raza, pueblo, lengua y nación.
Ellos han derramado la sangre de los santos y de los profetas, y tú les has dado a beber sangre: se lo merecían.
Sé dónde vives. Allí está el trono de Satanás; pero permaneces fiel a mi nombre y no has renegado de mi fe, ni siquiera en los días de Antipas, mi fiel testigo, al que mataron en vuestra ciudad, donde vive Satanás.