La luna enrojecerá, se avergonzará el sol; porque el Señor omnipotente reinará en el monte Sión, en Jerusalén, y ante sus ancianos brillará su gloria.
Apocalipsis 16:8 - Biblia Martin Nieto El cuarto vertió su copa sobre el sol, al que le dieron poder para quemar a los hombres con el fuego. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, esto hacía que quemara a todos con su fuego. Biblia Católica (Latinoamericana) El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, y su calor comenzó a quemar a la gente. La Biblia Textual 3a Edicion El cuarto derramó su copa sobre el sol, y le fue dado quemar a los hombres con fuego. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El cuarto derramó su copa sobre el sol y le fue concedido abrasar a los hombres con fuego. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol; y le fue dado quemar a los hombres con fuego. |
La luna enrojecerá, se avergonzará el sol; porque el Señor omnipotente reinará en el monte Sión, en Jerusalén, y ante sus ancianos brillará su gloria.
Al salir el sol, Dios mandó un viento sofocante del este, y el sol abrasador caía sobre la cabeza de Jonás, el cual, a punto de desvanecerse, se deseaba la muerte y decía: 'Más vale morir que vivir'.
'Habrá señales en el sol, en la luna y en los astros; las naciones estarán angustiadas en la tierra y enloquecidas por el estruendo del mar y de las olas;
El sol se cambiará en tinieblas y la luna en sangre antes que llegue el día del Señor grande y glorioso.
Salió todavía del altar otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, y gritó con voz potente al que tenía la hoz afilada: 'Echa tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, pues la uva está madura'.
Cuando el cordero abrió el sexto sello, se produjo un terremoto violento, el sol se oscureció como un tejido de crin, la luna se hizo toda como de sangre,
Ellos ya no tendrán más hambre ni sed; no sentirán más el fuego ardiente del sol;
El cuarto ángel tocó la trompeta, y la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas quedaron heridas de muerte de tal manera que se oscureció la tercera parte de las mismas y el día perdió una tercera parte de su esplendor, lo mismo que la noche.
Cuando ella abrió el pozo del abismo, subió del pozo un humo como de un gran horno, de suerte que el sol y la atmósfera se oscurecieron;