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Apocalipsis 16:11 - Biblia Martin Nieto

blasfemaban contra el Dios del cielo por los dolores de sus úlceras en vez de arrepentirse de sus obras.

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Biblia Reina Valera 1960

y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

y maldecían al Dios del cielo por los dolores y las llagas, pero no se arrepintieron de sus fechorías ni volvieron a Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Insultaron al Dios Altísimo a causa de sus dolores y de sus llagas, pero no se arrepintieron ni dejaron de hacer el mal.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y blasfemaron al Dios del cielo por sus dolores y por sus llagas, y no se arrepintieron de sus obras.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Blasfemaron entonces del Dios del cielo a causa de sus dolores y de sus úlceras, pero no corrigieron su conducta.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y blasfemaron contra el Dios del cielo por causa de sus dolores, y por sus plagas, y no se arrepintieron de sus obras.

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Apocalipsis 16:11
20 Tagairtí Cros  

Mientras estaba asediado, el rey Acaz aumentó sus pecados contra el Señor.


'Esto dice Ciro, rey de Persia: El Señor, Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado de construirle un templo en Jerusalén, en Judá. El que de vosotros pertenezca a su pueblo, que vaya a Jerusalén, y que el Señor, su Dios, lo ayude'.


'Así habla Ciro, rey de Persia: El Señor, Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado de construirle un templo en Jerusalén, en Judá.


para que ofrezcan sacrificios agradables al Dios del cielo y rueguen por la vida del rey y de sus hijos.


'Artajerjes, rey de reyes, a Esdras, sacerdote y escriba experto en la ley de Dios del cielo: ¡Salud!


Y yo, el rey Artajerjes, ordeno a todos los tesoreros de Transeufratina que todo lo que os pida Esdras, sacerdote y escriba experto en la ley del Dios del cielo, se lo deis puntualmente,


Todo lo dispuesto por el Dios del cielo debe ser cumplido puntualmente para el templo del Dios del cielo, a fin de que no caiga su cólera sobre el reino del rey y de sus hijos.


Al oír estas palabras, yo me senté y me puse a llorar. Permanecí en duelo algunos días, ayunando y orando ante el rey del cielo.


El rey me dijo: '¿Qué es lo que quieres?'. Yo, encomendándome al Dios del cielo,


Dad gracias al Dios del cielo, porque es eterno su amor.


En los días de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un imperio que jamás será destruido y cuya soberanía no pasará a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos estos imperios, mientras que él subsistirá eternamente,


Él respondió: 'Soy hebreo y adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra'.


Los hombres malvados irán de mal en peor; engañarán y serán engañados.


En aquel momento se produjo un gran terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad, y en el cataclismo perecieron siete mil personas. Los supervivientes, llenos de terror, dieron gloria al Dios del cielo.


El primero fue y vertió su copa sobre la tierra, y una úlcera cruel y maligna sobrevino a los hombres que tenían la marca de la bestia y adoraban su estatua.


Granizos enormes - como adoquines- cayeron sobre los hombres, que blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque esta plaga era muy grande.


Los hombres fueron quemados con terribles quemaduras, y blasfemaron contra el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, en vez de arrepentirse para darle gloria.


Ya le he dado tiempo para que se arrepienta, pero ella no quiere convertirse de su lujuria.