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2 Reyes 7:7 - Biblia Martin Nieto

Y para salvar sus vidas, se levantaron y se dieron a la fuga al anochecer, abandonando sus tiendas, sus caballos, sus asnos y el campamento, tal como estaba.

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Biblia Reina Valera 1960

Y así se levantaron y huyeron al anochecer, abandonando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como estaba; y habían huido para salvar sus vidas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que se llenaron de pánico y huyeron en la oscuridad de la noche; abandonaron sus carpas, sus caballos, sus burros y todo lo demás, y corrieron para salvar la vida.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Habían pues huido al ponerse el sol, abandonando sus tiendas, caballos y burros, en una palabra, el campamento tal cual estaba, pensando sólo en salvar su vida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Por lo que se levantaron y huyeron al anochecer, abandonando sus tiendas, y sus caballos, y sus asnos; dejando el campamento tal como estaba, y habían huido por sus vidas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y al atardecer se levantaron y se dieron a la fuga abandonando sus tiendas, sus caballos y asnos, y el campamento tal como estaba; pues habían huido para salvar sus vidas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y así se levantaron y huyeron al anochecer, dejando sus tiendas, sus caballos, sus asnos y el campamento como estaba; y huyeron para salvar sus vidas.

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2 Reyes 7:7
18 Tagairtí Cros  

Un carro por seiscientas monedas de plata, y un caballo por ciento cincuenta. Por el mismo precio los mercaderes se lo vendían también a los reyes hititas y sirios.


Cada uno mató al que se le puso delante. Los sirios se dieron a la fuga, perseguidos por los israelitas, y Ben Hadad, rey de Siria, logró salvarse a caballo con algunos jinetes.


Por todas partes temores le acometen, y le siguen pisando sus talones.


vana cosa es un caballo para la victoria; a pesar de su fuerza, no puede salvar.


El Señor da una orden, multitud de mensajeros la transmiten:


El corazón del rey es canal de agua en manos del Señor, él lo inclina hacia donde quiere.


El criminal huye sin que nadie lo persiga, pero el justo se siente seguro como un león.


líbrate, como de la red la gacela, y como el pájaro de la trampa.


Aquel día todos arrojarán a los topos y a los murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que se hicieron para adorarlos.


para que por estas dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos mayor ánimo los que nos refugiamos en la adhesión firme de la esperanza a la que estamos destinados;


Ellos quedaron cada uno en su puesto alrededor del campamento, y todo el campamento se puso a correr, a gritar y a huir.


Entonces cundió el pánico en el campamento y fuera de él, en la guarnición y en la fuerza de choque. La tierra tembló y se produjo un pánico sobrehumano.