Me acerqué a él y lo maté, porque sabía que no podría sobrevivir después de su caída. Tomé la corona que llevaba sobre su cabeza y el brazalete que tenía en su brazo y los he traído aquí, mi señor'.
2 Crónicas 23:11 - Biblia Martin Nieto Hicieron salir al hijo del rey, le impusieron la corona y las insignias y lo proclamaron rey. Yehoyadá y sus hijos lo ungieron y gritaron: '¡Viva el rey!'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces sacaron al hijo del rey, y le pusieron la corona y el testimonio, y lo proclamaron rey; y Joiada y sus hijos lo ungieron, diciendo luego: ¡Viva el rey! Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Joiada y sus hijos sacaron a Joás, el hijo del rey, pusieron la corona sobre su cabeza y le entregaron una copia de las leyes de Dios. Lo ungieron y lo proclamaron rey, y todos gritaron: «¡Viva el rey!». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces hicieron salir de allí al hijo del rey y le pusieron la corona y las cadenillas. Lo proclamaron rey; Joyadá y sus hijos lo ungieron y gritaron: '¡Viva el rey!' La Biblia Textual 3a Edicion Luego sacaron al hijo del rey, le pusieron la corona, le dieron el Testimonio° y lo proclamaron rey. Y Joiada y sus hijos lo ungieron diciendo: ¡Viva el rey! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sacaron en seguida al hijo del rey, le colocaron la diadema y el libro de la ley y lo proclamaron rey. Joadá y sus hijos lo ungieron y gritaron: '¡Viva el rey!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces sacaron al hijo del rey, le pusieron la corona, le dieron el testimonio y lo proclamaron rey; y Joiada y sus hijos lo ungieron y dijeron: ¡Viva el rey! |
Me acerqué a él y lo maté, porque sabía que no podría sobrevivir después de su caída. Tomé la corona que llevaba sobre su cabeza y el brazalete que tenía en su brazo y los he traído aquí, mi señor'.
Jusay, el arquita, amigo de David, llegó junto a Absalón, y le dijo: '¡Viva el rey! ¡Viva el rey!'.
Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey; el rey David hizo con ellos un pacto ante el Señor, y ungieron a David como rey de Israel.
En efecto, hoy ha matado bueyes, animales cebados y ganado menor en gran cantidad y ha invitado a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y a Abiatar, el sacerdote. Están comiendo y bebiendo en su compañía y gritan: ¡Viva el rey Adonías!
Allí Sadoc, el sacerdote, y Natán, el profeta, lo ungirán por rey de Israel. Y vosotros tocaréis la trompeta y gritaréis: ¡Viva el rey Salomón!
Sadoc, el sacerdote, tomó del tabernáculo el cuerno del óleo y ungió a Salomón. Entonces se tocaron las trompetas y todo el pueblo gritó: '¡Viva el rey Salomón!'.
Entonces Yehoyadá hizo salir al hijo del rey y le impuso la corona y las insignias, lo proclamó rey y lo ungió. Y todos aplaudieron y gritaron: '¡Viva el rey!'.
Pero, cuando estaban matando a los hijos del rey, Josebá, hija del rey, tomó a Joás, hijo de Ocozías, y lo escondió con su nodriza en el dormitorio. De esta manera, Josebá, hija del rey Jorán, mujer del sacerdote Yehoyadá y hermana de Ocozías, lo libró de Atalía, que no lo mató.
Apostó a todo el pueblo, cada uno con sus armas en la mano, de sur a norte, entre el altar y el templo, alrededor del rey.
Cuando Atalía oyó los gritos del pueblo que corría y aclamaba al rey, fue al templo donde estaban todos.
Vestiré de ignominia a sus enemigos, mientras que sobre su cabeza brillará su corona'.
Todo lo que te pidió le concediste; no le negaste lo que sus labios te pedían.
Él estableció un precepto en Jacob y promulgó una ley en Israel: ordenó a nuestros padres que enseñaran las cosas a sus hijos
Antaño apareciste y hablaste así a tus fieles: 'He prestado mi ayuda a un valiente, he exaltado a un elegido de mi pueblo;
Y, sin embargo, has rechazado y desechado a tu ungido y te has enfurecido contra él;
Pondrás el propiciatorio sobre el arca, y dentro de ésta el testimonio que yo te daré.
Cuando el Señor terminó de hablar a Moisés en la montaña del Sinaí, le dio las dos tablas de la ley, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.
Reyes tendrán por ayos y princesas por nodrizas; rostro en tierra se prosternarán ante ti y lamerán el polvo de tus pies. Y sabrás que yo soy el Señor, que los que en mí esperan jamás son defraudados.
Pero al que fue rebajado un poco con relación a los ángeles, Jesús, le vemos coronado de gloria y dignidad por haber sufrido la muerte; de modo que, por la gracia de Dios, gustó la muerte en beneficio de todos.
dichoso el hombre que soporta la prueba; porque si la ha superado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a los que le aman.
Mis queridos hermanos, escuchad. ¿No ha elegido Dios a los pobres según el mundo para ser ricos en la fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?
Sus ojos son como una llama de fuego; sobre su cabeza tiene muchas diademas; tiene un nombre escrito, que él solo conoce;
los veinticuatro ancianos se arrodillan delante del que está sentado en el trono, adoran al que vive por los siglos de los siglos y arrojan sus coronas delante del trono, diciendo:
Alrededor del trono había veinticuatro tronos, sobre los que estaban sentados veinticuatro ancianos, vestidos de blanco y con coronas de oro en la cabeza.
De ellos has hecho para nuestro Dios un reino de sacerdotes, que reinarán sobre la tierra.
Entonces Samuel tomó la redoma del aceite, la derramó sobre su cabeza, le besó y dijo: '¿No es el Señor quien te ha ungido como jefe de su pueblo, Israel? Tú regirás al pueblo del Señor y lo librarás de los enemigos que le rodean. Ésta es la señal de que el Señor te ha ungido como jefe de su heredad:
Samuel dijo a todo el pueblo: 'Mirad al elegido del Señor. No hay nadie como él en todo el pueblo'. Y todo el pueblo gritó: '¡Viva el rey!'.