Cuando llegaron, reunieron a la Iglesia y contaron todo lo que había hecho Dios por medio de ellos, y cómo había abierto a los paganos la puerta de la fe.
2 Corintios 2:12 - Biblia Martin Nieto Llegué a Tróade para anunciar el evangelio de Cristo; y, aunque se me presentó una ocasión propicia para trabajar por el Señor, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió puerta en el Señor, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando llegué a la ciudad de Troas para predicar la Buena Noticia de Cristo, el Señor me abrió una puerta de oportunidad; Biblia Católica (Latinoamericana) Así, pues, llegué a Tróade para predicar el Evangelio de Cristo, y gracias al Señor se me abrió una puerta. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando fui a Troas para° el evangelio del Mesías, aunque me había sido abierta una puerta por el Señor, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando llegué a Tróade para anunciar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió una puerta en el Señor, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando vine a Troas para predicar el evangelio de Cristo, y una puerta me fue abierta en el Señor, |
Cuando llegaron, reunieron a la Iglesia y contaron todo lo que había hecho Dios por medio de ellos, y cómo había abierto a los paganos la puerta de la fe.
Zarpamos de Tróade y fuimos derechos a Samotracia; al día siguiente a Neápolis,
En la sala de arriba, donde estábamos reunidos, había muchas lámparas.
Pablo, siervo de Jesucristo, apóstol por la llamada de Dios, elegido para predicar el evangelio de Dios,
pues se me ha abierto una puerta grande y prometedora para mi trabajo, aunque tengo muchos en contra.
Si otros usan este derecho con vosotros, ¿por qué, y con más razón, no podemos usarlo nosotros? Pero no hemos usado este derecho, y lo hemos soportado todo para no poner obstáculo alguno al evangelio de Cristo.
Así también el Señor ordenó a los que anuncian el evangelio que vivan del evangelio.
Porque si predico el evangelio, no tengo de qué sentir orgullo; es mi obligación hacerlo. Pues ¡ay de mí si no evangelizare!
No traspasamos los límites debidos, como si no hubiéramos llegado a vosotros, pues hasta vosotros hemos llegado con el evangelio de Cristo.
Porque si alguno viene a predicaros otro Jesucristo diferente del que yo os he predicado, o si recibís otro Espíritu diferente del que habéis recibido, u otro evangelio que el que abrazasteis, lo aceptáis con gusto.
¿Acaso cometí un pecado porque me humillé a mí mismo para ensalzaros a vosotros, predicándoos de balde el evangelio de Dios?
Si todavía queda encubierto nuestro evangelio, lo es para los que se pierden,
para los incrédulos, cuyas inteligencias cegó el dios de este siglo para que no brille el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios.
Con él envío al hermano de quien todas las iglesias hacen grandes elogios por todo lo que ha hecho por el evangelio;
Al darles esta ayuda, ellos alabarán a Dios, pues comprueban que obedecéis al evangelio de Cristo, ya que demostráis tener una generosa solidaridad con ellos y con todos.
pidiendo también por mí, para que Dios me dé la oportunidad de manifestar el secreto de Cristo, por el que estoy encadenado.
y enviamos a Timoteo, nuestro hermano y ministro de Dios en el evangelio de Cristo, con la misión de confortaros y alentaros en vuestra fe,