2 Corintios 11:7 - Biblia Martin Nieto ¿Acaso cometí un pecado porque me humillé a mí mismo para ensalzaros a vosotros, predicándoos de balde el evangelio de Dios? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Pequé yo humillándome a mí mismo, para que vosotros fueseis enaltecidos, por cuanto os he predicado el evangelio de Dios de balde? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Estaba equivocado cuando me humillé y los honré al predicarles la Buena Noticia de Dios sin esperar nada a cambio? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿No habrá sido mi pecado el haberme rebajado para que ustedes crecieran? Yo les he entregado el Evangelio sin cobrarles nada. La Biblia Textual 3a Edicion ¿O cometí un pecado humillándome a mí mismo para que vosotros fuerais enaltecidos, porque os prediqué de balde el evangelio de Dios? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Cometí, acaso, un pecado, rebajándome a mí mismo para que vosotros fuerais enaltecidos, cuando os anuncié gratis el evangelio de Dios? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Acaso pequé humillándome a mí mismo (para que vosotros fueseis ensalzados), porque os he predicado el evangelio de Dios de balde? |
Vosotros mismos sabéis que estas manos han provisto a mis necesidades y a las de los que andan conmigo.
Pablo, siervo de Jesucristo, apóstol por la llamada de Dios, elegido para predicar el evangelio de Dios,
Si otros usan este derecho con vosotros, ¿por qué, y con más razón, no podemos usarlo nosotros? Pero no hemos usado este derecho, y lo hemos soportado todo para no poner obstáculo alguno al evangelio de Cristo.
Yo mismo, Pablo, os lo pido por la ternura y la bondad de Cristo; yo, tan tímido cuando estoy entre vosotros y tan valiente cuando estoy lejos.
esperamos anunciar el evangelio a regiones más allá de las vuestras, pero sin invadir campos ajenos, para no presumir de trabajos que han hecho otros;
¿En qué habéis sido menos que las demás iglesias, si no es en no haber sido yo una carga para vosotros? ¡Perdonadme este agravio!
Llegué a Tróade para anunciar el evangelio de Cristo; y, aunque se me presentó una ocasión propicia para trabajar por el Señor,
Hermanos, recordad nuestros trabajos y fatigas; cómo trabajábamos día y noche para no ser gravosos a ninguno de vosotros mientras os anunciábamos el evangelio de Dios.
ni comimos gratis el pan de nadie, sino que, con sudor y fatiga, trabajamos de noche y de día para no resultar gravosos a ninguno de vosotros;