Por aquel tiempo Abimelec, acompañado por Picol, jefe de su ejército, fue a decir a Abrahán: 'Dios está contigo en todo lo que haces.
1 Samuel 3:19 - Biblia Martin Nieto Samuel creció, y el Señor estaba con él; no dejó de cumplirse ni una sola de sus palabras. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor estaba con Samuel mientras crecía, y todo lo que Samuel decía se cumplía. Biblia Católica (Latinoamericana) Samuel había crecido; Yavé estaba con él y sus palabras nunca dejaban de cumplirse. La Biblia Textual 3a Edicion Y Samuel creció, y YHVH estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Samuel iba creciendo y Yahveh estaba con él, de suerte que no dejó caer en tierra ninguna de sus palabras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Samuel creció, y Jehová fue con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. |
Por aquel tiempo Abimelec, acompañado por Picol, jefe de su ejército, fue a decir a Abrahán: 'Dios está contigo en todo lo que haces.
Yo estoy contigo. Te guardaré dondequiera que vayas y te volveré a esta tierra, porque no te abandonaré hasta que no haya cumplido lo que te he prometido'.
El Señor estaba con José y todo le salía bien; y se quedó en la casa de su dueño, el egipcio.
Su dueño vio que el Señor estaba con él y que hacía prosperar en sus manos todo cuanto él emprendía;
'¡Bendito sea el Señor, que ha concedido la paz a su pueblo Israel, tal como lo había prometido! Ni una sola de sus promesas de bienandanza, hechas por medio de Moisés, su siervo, ha fallado.
Reconoced que de las palabras pronunciadas por el Señor contra la casa de Ajab, por medio de su siervo Elías, ni una sola ha caído por tierra'.
Así se cumplió la palabra que el Señor había dado a Jehú: 'Tus hijos se sentarán en el trono hasta la cuarta generación'. Y así sucedió.
Esto dice el Señor: Voy a traer la desgracia sobre este lugar y sobre sus habitantes, es decir, todas las palabras del libro que ha oído el rey de Judá,
Si pasas por las aguas, yo estaré contigo; si por ríos, no te ahogarás. Si caminas por el fuego, no te quemarás, y las llamas no te abrasarán.
el que confirma la palabra de sus servidores y cumple el consejo de sus enviados; el que dice a Jerusalén: Serás habitada, y a las ciudades de Judá: Seréis reconstruidas; yo realzaré sus ruinas;
así la palabra que sale de mi boca no vuelve a mí sin resultado, sin haber hecho lo que yo quería y haber llevado a cabo su misión.
La Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emanuel,
Entró donde ella estaba, y le dijo: 'Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo'.
El niño crecía y se fortalecía en el espíritu. Y vivió en el desierto hasta el día de su manifestación a Israel.
El niño crecía y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.
Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres.
Nada más, hermanos. Vivid alegres; buscad la perfección, animaos unos a otros, vivid en armonía y en paz, y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros.
Si ese profeta ha hablado en nombre del Señor y su palabra no tiene efecto ni se cumple, entonces es cosa que no ha dicho el Señor. El profeta ha hablado por arrogancia; no lo temas.
Ninguna de las promesas que el Señor había hecho a la casa de Israel cayó en el vacío; todas se cumplieron.
La mujer dio a luz un hijo y le puso por nombre Sansón. El niño crecía y el Señor le bendecía.
Cuando te hayan sucedido todas estas señales, haz lo que se te ocurra, porque Dios está contigo.
Así que ahí tenéis al rey que os va a dirigir. Yo he envejecido y encanecido, y mis hijos están entre vosotros. He caminado delante de vosotros desde mi juventud hasta hoy.
Uno de los jóvenes le dijo: 'Yo conozco a un hijo de Jesé, el de Belén, que toca muy bien la cítara; es valiente y hombre de guerra, sabio en sus palabras, de buena presencia, y el Señor está con él'.
Saúl tenía miedo de David, porque el Señor estaba con él y se había retirado de Saúl.
En todas las salidas a las que le enviaba Saúl, David tenía éxito. Por eso Saúl le puso al frente de sus hombres de guerra. Todo el pueblo le quería, incluso los oficiales de Saúl.
El Señor bendijo a Ana, que concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. El joven Samuel crecía en la presencia del Señor.
Por su parte, el joven Samuel iba creciendo, se hacía grato al Señor y a los hombres.
Pero éste le respondió: 'Mira, aquí, en esta ciudad, hay un hombre de Dios; es un hombre muy famoso; todo lo que él dice se realiza siempre. Vamos allá. Tal vez él nos indique el camino que debemos seguir'.