Saray dijo a Abrán: 'Tú eres el responsable de la afrenta que me hace. Yo puse a mi esclava entre tus brazos, y ella, al verse embarazada, me mira con desprecio. ¡Que el Señor juzgue entre nosotros!'.
1 Samuel 24:16 - Biblia Martin Nieto Que el Señor sea el árbitro y juzgue entre nosotros dos. Que él examine y defienda mi causa y me haga justicia librándome de tu mano'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y aconteció que cuando David acabó de decir estas palabras a Saúl, Saúl dijo: ¿No es esta la voz tuya, hijo mío David? Y alzó Saúl su voz y lloró, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando David terminó de hablar, Saúl le respondió: —¿Realmente eres tú, David, hijo mío? Enseguida comenzó a llorar Biblia Católica (Latinoamericana) Que Yavé juzgue entre tú y yo. Que él examine y asuma mi defensa, que me haga justicia y me libre de tu mano'. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando David hubo terminado de decir esas palabras a Saúl, aconteció que Saúl dijo: ¿Es esta tu voz, hijo mío David? Entonces Saúl alzó su voz y lloró. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Que Yahveh sea juez y sentencie entre tú y yo. Que él examine y defienda mi causa, y que me haga justicia librándome de tu mano'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que, cuando David acabó de decir estas palabras a Saúl, Saúl dijo: ¿No es esta la voz tuya, hijo mío David? Y alzando Saúl su voz lloró. |
Saray dijo a Abrán: 'Tú eres el responsable de la afrenta que me hace. Yo puse a mi esclava entre tus brazos, y ella, al verse embarazada, me mira con desprecio. ¡Que el Señor juzgue entre nosotros!'.
Dios dio por terminada su obra el séptimo día, y en este día descansó de toda su obra.
Esaú corrió a su encuentro, lo abrazó, se echó a su cuello y lo besó, y los dos se echaron a llorar.
David les salió al encuentro y les dijo: 'Si venís con buenas intenciones, para prestarme ayuda, mi corazón estará con el vuestro; pero si es para traicionarme en provecho de mis enemigos, siendo yo inocente, que lo vea el Dios de nuestros padres y haga justicia'.
Se admiten con gusto las palabras imparciales; pero ¿para qué sirven vuestras críticas?
defiende tú mi causa y líbrame, y haz que viva conforme a tu promesa;
Manzanas de oro sobre una fuente de plata, tal es la palabra dicha a su debido tiempo.
pues yo os daré un lenguaje y una sabiduría que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios.
Por tanto, yo no te he ofendido, pero tú me haces injuria declarándome la guerra. Que el Señor, el juez, juzgue hoy entre los israelitas y los amonitas'.
Entonces Saúl reconoció la voz de David, y dijo: '¿Es ésta tu voz, hijo mío, David?'. David respondió: 'Sí, mi señor el rey'.
Y así como tu vida ha sido hoy de gran valor a mis ojos, así también será estimada mi vida a los ojos del Señor, y él me librará de toda angustia'.