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1 Samuel 11:4 - Biblia Martin Nieto

Los mensajeros llegaron a Guibeá de Saúl y expusieron estas cosas al pueblo, y todo el pueblo se puso a gritar y a llorar.

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Biblia Reina Valera 1960

Llegando los mensajeros a Gabaa de Saúl, dijeron estas palabras en oídos del pueblo; y todo el pueblo alzó su voz y lloró.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando los mensajeros llegaron a Guibeá de Saúl y le contaron al pueblo acerca de su aprieto, todos se echaron a llorar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Llegaron los mensajeros a Guibea de Saúl y le contaron todo el problema al pueblo: todo el pueblo lanzó una gran lamentación y se pusieron a llorar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando los mensajeros llegaron a Gabaa de Saúl, dijeron estas palabras a oídos del pueblo, y todo el pueblo alzó su voz y lloró.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llegaron los mensajeros a Guibeá de Saúl y transmitieron la propuesta a oídos del pueblo, que a voz en grito empezó a llorar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y llegando los mensajeros a Gabaa de Saúl, dijeron estas palabras en oídos del pueblo; y todo el pueblo lloró a voz en grito.

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1 Samuel 11:4
15 Tagairtí Cros  

Esaú dijo a su padre: '¿No tienes más que una sola bendición? Bendíceme también a mí, padre mío'. Y alzó la voz y lloró.


que nos entregue siete de sus hijos para que nosotros los colguemos ante el Señor, en Gabaón, en el monte del Señor'. Y el rey dijo: 'Os los entregaré'.


Ajiezer, el jefe; Joás, hijo de Semaá, de Guibeá; Yeziel y Pélet, hijo de Azmávet; Beracá y Jehú, de Anatot;


Alegraos con los que se alegran, llorad con los que lloran.


Así, si un miembro sufre, con él sufren todos los miembros; si un miembro recibe una atención especial, todos los miembros se alegran.


Ayudaos unos a otros a llevar las cargas, y así cumpliréis la ley de Cristo.


Acordaos de los presos, de los que sufren torturas, como si estuvieseis en su mismo cuerpo.


Cuando el ángel del Señor terminó de hablar, el pueblo se echó a llorar a gritos.


Entonces los israelitas se hicieron fuertes y volvieron a presentar batalla en el mismo lugar del día anterior.


Entonces todo el ejército de Israel y todo el pueblo fueron a Betel y allí lloraron ante el Señor y ayunaron aquel día hasta la tarde y ofrecieron al Señor holocaustos y sacrificios de reconciliación.


El pueblo fue a Betel y estuvo allí hasta la tarde ante Dios, levantando su voz y haciendo gran llanto, y decían:


También Saúl se fue a su casa, a Guibeá; y con él se fueron los valientes a los que Dios había tocado el corazón.


Saúl estaba sentado en el límite de Guibeá, debajo del granado que hay en Migrón; le acompañaban unos seiscientos hombres.


Después Samuel se fue a Ramá, y Saúl a su casa, a Guibeá de Saúl.


levantaron el grito y lloraron hasta quedarse sin fuerza para llorar.