dijo: 'Señor, Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti, ni arriba en los cielos, ni abajo en la tierra. Tú guardas la alianza y la fidelidad con tus siervos que siguen tus caminos de todo corazón.
1 Reyes 8:26 - Biblia Martin Nieto Así, pues, Dios de Israel, que se cumpla la promesa que hiciste a tu siervo David, mi padre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ahora, pues, oh Jehová Dios de Israel, cúmplase la palabra que dijiste a tu siervo David mi padre. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora, oh Dios de Israel, cumple esta promesa que le hiciste a tu siervo David, mi padre. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora, Dios de Israel, que se cumpla esa promesa que hiciste a tu servidor David mi padre. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, oh Dios de Israel, ruégote sea confirmada tu palabra que hablaste a tu siervo David mi padre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ahora, pues, oh Dios de Israel, confírmense las promesas que hiciste a tu siervo David, mi padre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora pues, oh Dios de Israel, cúmplase tu palabra que dijiste a tu siervo David mi padre. |
dijo: 'Señor, Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti, ni arriba en los cielos, ni abajo en la tierra. Tú guardas la alianza y la fidelidad con tus siervos que siguen tus caminos de todo corazón.
Pero, ¿será posible que Dios pueda habitar sobre la tierra? Si los cielos en toda su inmensidad no te pueden contener; ¡cuánto menos este templo que yo he construido!
y ahora, Señor, mantén firme para siempre la promesa que has hecho a tu siervo y a su casa y haz como has dicho.
Ahora se cumple, Señor Dios, la promesa hecha a mi padre David, ya que tú me has constituido rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra.
Recuerda la palabra que me diste, en la que hiciste que pusiera mi esperanza;
Tú me sostendrás, porque soy inocente, me tendrás en tu presencia eternamente.
y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había como un pavimento de zafiro, semejante en claridad al mismo cielo.
Los humillados y los pobres buscan agua y no la hay; su lengua de sed está reseca. Yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
Te daré los tesoros secretos, las riquezas escondidas para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te ha llamado por tu nombre.
y cumpliré el juramento que hice a vuestros padres de darles una tierra que mana leche y miel, como sucede al presente'. Yo respondí: 'Sí, Señor'.
Elí le respondió: 'Vete en paz, y que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido'.