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1 Reyes 3:9 - Biblia Martin Nieto

Concédeme un corazón prudente para gobernar a tu pueblo y saber discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién, si no, podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?'.

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Biblia Reina Valera 1960

Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Dame un corazón comprensivo para que pueda gobernar bien a tu pueblo, y sepa la diferencia entre el bien y el mal. Pues, ¿quién puede gobernar por su propia cuenta a este gran pueblo tuyo?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Concéde pues a tu servidor que sepa juzgar a tu pueblo y pueda distinguir entre el bien y el mal. ¿Quién podría en realidad gobernar bien a un pueblo tan importante?

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La Biblia Textual 3a Edicion

Da pues a tu siervo un corazón que sepa escuchar, para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque, ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Concede, pues, a tu siervo un corazón prudente, para que sepa juzgar a tu pueblo y discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién es capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan considerable?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

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1 Reyes 3:9
36 Tagairtí Cros  

Tu sierva se dijo: La palabra del rey, mi señor, servirá para tranquilizarnos; pues mi señor, el rey, es como un ángel de Dios para comprender el bien y el mal. Que el Señor, tu Dios, esté contigo'.


todo el mundo quería visitar a Salomón para escuchar la sabiduría que Dios le había dado,


El Señor vio con buenos ojos que Salomón hubiese pedido tal cosa,


Todo Israel se enteró de la sentencia que el rey había pronunciado y todos temieron al rey, viendo que había en él una sabiduría divina para administrar justicia.


Que el Señor te dé sabiduría e inteligencia cuando te constituya sobre Israel, para que puedas observar la ley del Señor, tu Dios.


Concede a mi hijo Salomón un corazón perfecto para que guarde tus mandamientos, tus preceptos y tus leyes, para que los ponga en práctica y construya el templo que yo te he preparado'.


Dame sabiduría e inteligencia para gobernar con acierto a este pueblo; pues ¿quién podría gobernar a un pueblo tan numeroso como es tu pueblo?'.


tus decretos son la justicia definitiva, hazme inteligente y viviré.


dame inteligencia para cumplir tu ley y yo la guardaré de todo corazón;


Tus manos me han hecho y me han formado; instrúyeme y aprenderé tus mandamientos.


La sabiduría del prudente está en conocer su camino, la insensatez de los necios en engañarse.


Más vale adquirir la sabiduría que el oro, y adquirir la inteligencia es preferible a la plata.


El oído que oye y el ojo que ve, uno y otro los ha hecho el Señor.


Buena es la sabiduría, como un patrimonio, y aprovecha a los que ven el sol.


La sabiduría da al sabio una fuerza mayor que la de diez gobernadores en una ciudad.


Yo dije: '¡Ah, Señor Dios, mira que yo no sé hablar; soy joven!'.


¿Y tú andas buscando para ti cosas extraordinarias? No las busques, pues yo voy a mandar desventuras sobre todo mortal -dice el Señor-. A ti te concederé como botín la vida, dondequiera que vayas'.


Él es quien hace cambiar tiempos y estaciones, depone a los reyes y los entroniza, da sabiduría a los sabios y ciencia a los que saben comprender.


Yo os bautizo en agua para que os arrepintáis; pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y yo no soy digno de descalzarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.


Pero Juan quería impedirlo, diciendo: 'Soy yo el que necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?'.


Yo no puedo hacer nada por mí mismo. Yo juzgo como me ordena el Padre, y mi juicio es justo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.


para éstos, olor de muerte que mata; para aquéllos, olor de vida que da vida. ¿Y quién está a la altura de tal misión?


No es que sea capaz por mí mismo de hacer algo como cosa mía, pues mi capacidad viene de Dios,


Por consiguiente, no actuéis como necios, sino procurad conocer cuál es la voluntad del Señor.


para que sepáis discernir lo más perfecto, a fin de que seáis puros e irreprensibles para el día de Cristo,


El alimento sólido es para los perfectos, que por razón de la costumbre tienen el sentido moral desarrollado para distinguir entre el bien y el mal.


Si alguno de vosotros está falto de sabiduría, que se la pida a Dios -que a todos da con generosidad y sin echarlo en cara-, y le será concedida.


La sabiduría de arriba, por el contrario, es ante todo pura, pacífica, condescendiente, conciliadora, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial, sin hipocresía.