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1 Reyes 1:34 - Biblia Martin Nieto

Allí Sadoc, el sacerdote, y Natán, el profeta, lo ungirán por rey de Israel. Y vosotros tocaréis la trompeta y gritaréis: ¡Viva el rey Salomón!

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Biblia Reina Valera 1960

y allí lo ungirán el sacerdote Sadoc y el profeta Natán como rey sobre Israel, y tocaréis trompeta, diciendo: ¡Viva el rey Salomón!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Una vez allí, el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungirán rey de Israel. Hagan sonar el cuerno de carnero y griten: “¡Que viva el rey Salomón!”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Allí, el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo consagrarán como rey de Israel; tocarán el cuerno y todo el mundo exclamará: ¡Viva el rey Salomón!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungirán° allí por rey sobre Israel, y daréis soplido al shofar, y gritaréis: ¡Viva el rey Salomón!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y allí, el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungirán por rey de Israel. Haréis sonar la trompeta y gritaréis: '¡Viva el rey Salomón!'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y allí lo ungirán el sacerdote Sadoc y el profeta Natán por rey sobre Israel; y tocaréis trompeta, diciendo: ¡Viva el rey Salomón!

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1 Reyes 1:34
24 Tagairtí Cros  

Absalón mandó mensajeros a todas las tribus de Israel, para decirles: 'Cuando oigáis el sonido de la trompeta, gritaréis: Absalón reina en Hebrón'.


Los hombres de Judá fueron allí y ungieron a David por rey de la casa de Judá. Informaron a David de que las gentes de Yabés Galaad habían dado sepultura a Saúl.


Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey; el rey David hizo con ellos un pacto ante el Señor, y ungieron a David como rey de Israel.


En efecto, hoy ha matado bueyes, animales cebados y ganado menor en gran cantidad y ha invitado a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y a Abiatar, el sacerdote. Están comiendo y bebiendo en su compañía y gritan: ¡Viva el rey Adonías!


Vendréis luego con él haciéndole escolta. Y, en llegando aquí, se sentará sobre mi trono y empezará a reinar en lugar mío, pues a él le he designado para ser soberano en Israel y en Judá'.


Sadoc, el sacerdote, tomó del tabernáculo el cuerno del óleo y ungió a Salomón. Entonces se tocaron las trompetas y todo el pueblo gritó: '¡Viva el rey Salomón!'.


a Jehú, hijo de Nimsí, le ungirás por rey de Israel; y a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá, le ungirás profeta en tu lugar.


Entonces Yehoyadá hizo salir al hijo del rey y le impuso la corona y las insignias, lo proclamó rey y lo ungió. Y todos aplaudieron y gritaron: '¡Viva el rey!'.


Cuando vio al rey, que estaba de pie sobre el estrado, según el uso, y a los cantores y trompeteros junto a él, y a toda la gente del país, jubilosa y tocando las trompetas, se rasgó las vestiduras y gritó: '¡Traición, traición!'.


Entonces tomaron cada uno su propio manto, los tendieron a sus pies sobre los desnudos escalones, y al son de las trompetas gritaron: '¡Jehú es rey!'.


Entonces tomarás la redoma de aceite y la derramarás sobre su cabeza, diciendo: 'Esto dice el Señor: Yo te unjo por rey de Israel'. Y, al momento, te escapas sin más'.


Jehú se levantó y entró en la casa. Entonces el profeta derramó el aceite sobre su cabeza y le dijo: 'Esto dice el Señor, Dios de Israel: Yo te unjo por rey del pueblo del Señor, de Israel.


Hicieron salir al hijo del rey, le impusieron la corona y las insignias y lo proclamaron rey. Yehoyadá y sus hijos lo ungieron y gritaron: '¡Viva el rey!'.


Tu trono, oh Dios, dura eternamente; el cetro de tu reino es cetro de justicia.


Antaño apareciste y hablaste así a tus fieles: 'He prestado mi ayuda a un valiente, he exaltado a un elegido de mi pueblo;


Una vez por todas juré por mi santidad: 'nunca jamás engañaré a David;


Esto dice el Señor a Ciro, su ungido, a quien yo tomé de la mano para someter a las naciones y desatar las cinturas de los reyes; para abrir puertas ante él sin dejar que se cierren:


cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y llenó de poder a Jesús de Nazaret, el cual pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el demonio, porque Dios estaba con él.


Entonces Samuel tomó la redoma del aceite, la derramó sobre su cabeza, le besó y dijo: '¿No es el Señor quien te ha ungido como jefe de su pueblo, Israel? Tú regirás al pueblo del Señor y lo librarás de los enemigos que le rodean. Ésta es la señal de que el Señor te ha ungido como jefe de su heredad:


Samuel dijo a todo el pueblo: 'Mirad al elegido del Señor. No hay nadie como él en todo el pueblo'. Y todo el pueblo gritó: '¡Viva el rey!'.


Invitarás a Jesé al sacrificio, y yo te indicaré lo que debes hacer: Me ungirás al que yo diga'.