Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




1 Juan 4:7 - Biblia Martin Nieto

Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor es de Dios; y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Queridos amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es un hijo de Dios y conoce a Dios;

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Queridos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Amados, amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios; todo el que ama, es nacido de Dios y conoce a Dios.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Queridos míos, amémonos unos a otros porque el amor es de Dios. Quien ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo el que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



1 Juan 4:7
25 Tagairtí Cros  

Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros. Que como yo os he amado, así también os améis unos a otros.


Y la vida eterna es que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo).


Pero el que ama a Dios, ése es conocido por él.


Pues el mismo Dios, que dijo: Brille la luz de entre las tinieblas,


pero ahora que conocéis a Dios, o, mejor dicho, que sois conocidos por Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo a los débiles y pobres elementos, a los cuales nuevamente queréis servir otra vez como esclavos?


Por el contrario, los frutos del Espíritu son: amor, alegría, paz, generosidad, benignidad, bondad, fe,


El Señor, tu Dios, circuncidará tu corazón y el de tus descendientes para que le ames con todo tu corazón y toda tu alma, y así vivas.


Pues el Señor no nos ha dado espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de prudencia.


Purificados por la obediencia a la verdad con el fin de llegar a una fraternidad sincera amaos entrañablemente unos a otros,


El que ama a su hermano está en la luz, y no hay en él ocasión alguna de caída.


Si sabéis que él es justo, reconoced también que el que practica la justicia ha nacido de él.


Sabemos que le conocemos en que guardamos sus mandamientos.


El que afirma que le conoce, pero no guarda sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él.


Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento viejo, que tenéis desde el principio: el mandamiento viejo es la palabra que habéis oído.


El que ha nacido de Dios no peca, porque la semilla de Dios permanece en él; y no puede pecar porque ha nacido de Dios.


Queridos míos, si Dios nos ha amado de este modo, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.


Jamás ha visto nadie a Dios. Si nos amamos los unos a los otros, Dios está en nosotros, y su amor en nosotros es perfecto.


Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído. Dios es amor; y el que está en el amor está en Dios, y Dios en él.


Si alguno dice que ama a Dios y odia a su hermano, es un mentiroso. El que no ama a su hermano, al que ve, no puede amar a Dios, al que no ve.


El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.


El que cree que Jesús es el mesías, ha nacido de Dios; el que ama al que da el ser, ama también al que ha nacido de Dios.


Te ruego, oh señora -aunque no te escribo un mandamiento nuevo, sino el que tenemos desde el principio-, que nos amemos los unos a los otros.