Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Juan 17:3 - Biblia Martin Nieto

3 Y la vida eterna es que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo).

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Y la manera de tener vida eterna es conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste a la tierra.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Y ésta es la vida eterna: conocerte a ti, único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesús, el Cristo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesús el Mesías, a quien enviaste.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Pues ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que enviaste, Jesucristo.

Féach an chaibidil Cóip




Juan 17:3
52 Tagairtí Cros  

Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, sírvele con todo tu corazón, con ánimo bien dispuesto, porque el Señor escudriña los corazones de todos y penetra sus más secretos pensamientos. Si tú lo buscas, él se dejará encontrar; pero si tú lo abandonas, él se retirará para siempre.


Durante mucho tiempo Israel habrá de vivir lejos del Dios verdadero, sin sacerdotes que lo instruyan y sin ley;


El Señor es refugio para los oprimidos, su refugio en los tiempos de la angustia.


Porque quien me encuentra, encuentra la vida y obtiene el favor del Señor;


Acercaos a mí y escuchad esto: No he hablado en secreto desde el principio, desde que esto ha sucedido estoy yo allí. Y ahora el Señor Dios me ha enviado con su espíritu.


Después de las penas de su alma, verá la luz y quedará colmado. Por sus sufrimientos mi siervo justificará a muchos y cargará sobre sí las iniquidades de ellos.


El espíritu del Señor Dios está en mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado a llevar la buena nueva a los pobres, a curar los corazones oprimidos, a anunciar la libertad a los cautivos, la liberación a los presos;


En cambio, el Señor es el Dios verdadero, el Dios viviente, el rey eterno; cuando él se irrita, la tierra se estremece, y las naciones no pueden soportar su cólera.


Esforcémonos en conocer al Señor. Es cierta como la aurora su venida: vendrá a nosotros como viene la lluvia, como la lluvia de primavera que fecunda la tierra.


'El que acoge a uno de estos pequeños en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no es a mí a quien acoge, sino al que me ha enviado a mí'.


y les dijo: 'El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí, y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado; porque el más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande'.


¿por qué decís que blasfemo yo, que he sido consagrado y enviado al mundo por el Padre, porque he dicho: Soy hijo de Dios?


Yo bien sabía que siempre me escuchas; pero lo he dicho por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado'.


pero el defensor, el Espíritu Santo, el que el Padre enviará en mi nombre, él os lo enseñará todo y os recordará todo lo que os he dicho'.


Como tú me enviaste al mundo, así también los envío yo al mundo.


Que todos sean una sola cosa; como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean una sola cosa en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.


Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me has enviado y que los amas a ellos como me amas a mí.


Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo sí te he conocido; y ellos han reconocido que tú me has enviado.


porque les he comunicado las enseñanzas que tú me diste, y ellos las han aceptado. Ahora saben con toda certeza que salí de ti, y ya están convencidos de que tú me enviaste.


Pues Dios no envió a su hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.


Porque el que Dios ha enviado dice las palabras de Dios, pues Dios le ha dado su espíritu sin medida.


¿Cómo podéis creer, si sólo buscáis honores los unos de los otros, y no buscáis el honor que viene del Dios único?


Como el Padre que me ha enviado vive y yo vivo por el Padre, así el que me come vivirá por mí.


Yo lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado'.


Entonces le dijeron: '¿Dónde está tu Padre?'. Jesús respondió: 'Ni a mí ni a mi Padre conocéis. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre'.


Entrad en razón y no pequéis, pues algunos tienen gran ignorancia de Dios. Os lo digo para vergüenza vuestra.


Viniendo, pues, a lo de la comida de las carnes ofrecidas en sacrificio a los ídolos, sabemos que los ídolos no son nada en el mundo y que no hay más Dios que uno solo.


Pues el mismo Dios, que dijo: Brille la luz de entre las tinieblas,


a fin de conocerle a él y la virtud de su resurrección y la participación en sus padecimientos, configurándome con su muerte


más aún, todo lo tengo por pérdida ante el sublime conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien he sacrificado todas las cosas, y las tengo por basura con tal de ganar a Cristo


Ellos mismos van refiriendo la acogida que nos hicisteis, y cómo dejasteis la idolatría y os convertisteis para servir al Dios vivo y verdadero,


entre llamas de fuego, para tomar venganza de los que no conocen a Dios y no obedecen al evangelio de Jesús, nuestro Señor.


Por eso, hermanos, miembros del pueblo de Dios, partícipes de una vocación celeste, considerad al apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos, a Jesús,


¡La gracia y la paz abunde en vosotros mediante el conocimiento de Dios y Jesús, nuestro Señor!


El poder divino nos ha otorgado todo lo necesario para la vida y la piedad, dándonos a conocer al que nos ha llamado por su propia gloria y su grandeza.


pues si estas virtudes se encuentran en vosotros y van en aumento, no permaneceréis ociosos y estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.


pues la vida se ha manifestado, la hemos visto, damos testimonio de ella y os anunciamos la vida eterna, que estaba junto al Padre y se nos ha manifestado;


eso que hemos visto y oído, os lo anunciamos para que estéis unidos con nosotros, como lo estamos nosotros con el Padre y con su Hijo Jesucristo.


El que niega al Hijo, no tiene al Padre; el que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.


Pero nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha; y el que no es de Dios no nos escucha. En esto distinguimos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.


Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para conocer al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Él es el verdadero Dios y la vida eterna.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí