El que guarda la higuera come de su fruto, el que vigila sobre su señor recibirá honores.
1 Corintios 9:7 - Biblia Martin Nieto ¿Cuándo se ha visto que un militar haga la guerra a sus expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿Quién apacienta un rebaño y no toma leche del rebaño? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Qué soldado tiene que pagar sus propios gastos? ¿Qué agricultor planta un viñedo y no tiene derecho a comer de su fruto? ¿A qué pastor que cuida de su rebaño de ovejas no se le permite beber un poco de la leche? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Qué soldado va a la guerra a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿Quién cuida ovejas y no se alimenta con la leche del rebaño? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Quién militó jamás a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta un rebaño y no se alimenta de la leche del rebaño? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Quién es el que se alista en un ejército a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿Quién pastorea un rebaño y no toma su leche? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Quién jamás fue a la guerra a sus propias expensas? ¿Quién planta viña, y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño, y no se alimenta de la leche del rebaño? |
El que guarda la higuera come de su fruto, el que vigila sobre su señor recibirá honores.
leche de cabras en abundancia para sustentarte, para alimentar tu casa y mantener a tus criados.
Mi propia viña ante mis ojos... ¡Las mil monedas para ti, oh Salomón, y doscientas para los guardas de su fruto!
y por la abundancia de leche que darán, se alimentará de cuajada, pues de cuajada y miel se nutrirán cuantos queden en el país.
Cuidad de vosotros y de todo el rebaño del que el Espíritu Santo os ha constituido como guardianes para apacentar la Iglesia de Dios, que ha adquirido con su propia sangre.
y comerá una porción igual a la suya, aparte de su patrimonio personal.
¿Hay alguno que tenga plantada una viña y no la haya vendimiado todavía? Que se vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y sea otro quien recoja sus frutos.
Ésta es la recomendación que te hago, Timoteo, hijo mío, en conformidad con los augurios que anteriormente se hicieron sobre ti: apoyado en ellos libra el buen combate,
Sostén el noble combate de la fe, conquista la vida eterna, para la cual fuiste llamado y de la que hiciste hermosa confesión ante muchos testigos.
He combatido el buen combate, he concluido mi carrera, he conservado la fe;
Apacentad el rebaño que Dios os ha confiado y cuidad de él no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere; no por una vil ganancia, sino con generosidad;