Hechos 20:28 - Biblia Martin Nieto

²⁸ Cuidad de vosotros y de todo el rebaño del que el Espíritu Santo os ha constituido como guardianes para apacentar la Iglesia de Dios, que ha adquirido con su propia sangre.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

²⁸ Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁸ »Entonces cuídense a sí mismos y cuiden al pueblo de Dios. Alimenten y pastoreen al rebaño de Dios —su iglesia, comprada con su propia sangre— sobre quien el Espíritu Santo los ha designado líderes.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁸ Cuiden de sí mismos y de todo el rebaño en el que el Espíritu Santo les ha puesto como obispos (o sea, supervisores): pastoreen la Iglesia del Señor, que él adquirió con su propia sangre.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁸ Tened cuidado de vosotros mismos y de todo el rebaño en que el Espíritu Santo os puso por obispos para apacentar la iglesia de Dios,° que adquirió mediante su propia sangre.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁸ Tened cuidado de vosotros mismos y de toda la grey, en la cual el Espíritu Santo os ha constituido inspectores para pastorear la Iglesia de Dios que él se adquirió con su propia sangre.

Hechos 20:28 Tagairtí Cros

Salmos 74:2

Acuérdate del pueblo que de antiguo adquiriste, de la tribu que rescataste como herencia, del monte Sión, donde fijaste tu morada.

Proverbios 10:21

Los labios del justo alimentan a muchos, los insensatos mueren por falta de seso.

Isaías 40:11

Como un pastor apacienta su rebaño, en su brazo recoge a los corderos, en su seno los lleva y conduce al reposo a las paridas.

Isaías 63:11

Ellos se acordaron de los días de antaño, de su siervo Moisés. ¿Dónde está aquel que sacó del mar al pastor de su rebaño? ¿Dónde el que puso dentro de él su santo espíritu?;

Jeremías 13:17

Si no escucháis este aviso, mi alma llorará en secreto por vuestro orgullo; llorará sin descanso y mis ojos derramarán lágrimas, porque el rebaño del Señor es conducido al cautiverio.

Jeremías 13:20

Levanta los ojos y mira a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que te fue confiado, la grey de tu gloria?

Jeremías 3:15

Os daré pastores según mi corazón, que os apacentarán con inteligencia y sabiduría;

Jeremías 31:10

Naciones, escuchad la palabra del Señor, y anunciadla en las islas lejanas; decid: 'El que dispersó a Israel lo reúne, lo guarda como un pastor su rebaño'.

Ezequiel 34:3

Vosotros os tomáis la leche y os vestís con la lana; matáis las ovejas cebadas, pero no apacentáis el rebaño.

Ezequiel 34:31

Vosotras, ovejas mías, sois el rebaño de mi pasto y yo soy vuestro Dios, dice el Señor Dios'.

Miqueas 5:4

Él mismo será la paz. Cuando el asirio invada nuestra tierra y ponga el pie en nuestros palacios, enviaremos contra él siete pastores y ocho jefes del pueblo.

Miqueas 7:14

Apacienta a tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu herencia, que anda solitario en el bosque en medio de un campo feraz. Que pasten como antaño en Basán y en Galaad.

Zacarías 11:4

Esto dice el Señor todopoderoso: Apacienta las ovejas para el matadero.

Mateo 16:18

Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

Mateo 2:6

Y tú, Belén, tierra de Judá, de ningún modo eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel.

Marcos 13:9

'Mirad por vosotros mismos. Os entregarán a los tribunales, os torturarán en las sinagogas y compareceréis ante los gobernadores y los reyes por causa mía; daréis testimonio entre ellos.

Lucas 12:32

No tengáis miedo, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha decidido daros el reino.

Lucas 21:34

'Cuidad de que vuestros corazones no se emboten por el vicio, la borrachera y las preocupaciones de la vida, y caiga de improviso sobre vosotros este día

Hechos 13:2

Mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: 'Separadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado'.

Hechos 14:23

Instituyeron presbíteros en cada Iglesia, y, después de orar y ayunar, los encomendaron al Señor, en el que habían creído.

Hechos 20:17

Desde Mileto mandó a Éfeso a llamar a los presbíteros de la Iglesia.

Hechos 20:29

Yo sé que después de mi partida se introducirán entre vosotros lobos crueles, que no perdonarán al rebaño;

Romanos 16:16

Saludaos unos a otros con el abrazo de la paz. Os saludan todas las Iglesias de Cristo.

1 Corintios 1:2

a la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, llamados y consagrados, con todos los que invocan en cualquier lugar el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro;

1 Corintios 10:32

No escandalicéis ni a los judíos, ni a los paganos, ni a la Iglesia de Dios;

1 Corintios 11:22

¿Es que no tenéis vuestra casa para comer y beber? ¿O es que despreciáis a la Iglesia de Dios y queréis dejar en vergüenza a los que no tienen? ¿Qué os voy a decir? ¿He de felicitaros? En esto no os puedo felicitar.

1 Corintios 15:9

Porque yo soy el menor de los apóstoles, indigno de ser llamado apóstol, por haber perseguido a la Iglesia de Dios.

1 Corintios 6:20

Habéis sido comprados a gran precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo.

Gálatas 1:13

Conocéis mi conducta anterior dentro del judaísmo: con qué crueldad perseguía y trataba de aniquilar a la Iglesia de Dios,

Efesios 1:14

el cual es garantía de nuestra herencia, para la plena liberación del pueblo de Dios y alabanza de su gloria.

Efesios 1:7

Él nos ha obtenido con su sangre la redención, el perdón de los pecados, según la riqueza de su gracia,

Efesios 4:11

Él a unos constituyó apóstoles; a otros, profetas; a unos evangelistas, y a otros pastores y maestros,

Filipenses 1:1

Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los cristianos que viven en Filipos con sus obispos y diáconos.

Colosenses 1:14

en quien tenemos la liberación y el perdón de los pecados.

Colosenses 4:17

Decid a Arquipo que procure cumplir el ministerio que el Señor le ha encomendado.

1 Timoteo 3:1

Esto es cierto: el que aspira al episcopado aspira a una noble tarea.

1 Timoteo 3:2

Es necesario que el obispo sea intachable, casado una sola vez, sobrio, prudente, de porte educado, hospitalario, capaz de enseñar;

1 Timoteo 3:5

porque si uno no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la Iglesia de Dios?

1 Timoteo 4:14

No descuides el carisma que has recibido y que se te confirió en virtud del Espíritu, cuando te impusieron las manos los presbíteros de la Iglesia.

1 Timoteo 4:16

Cuida de ti mismo y de lo que enseñas. Persevera en estas cosas. Si lo haces así, te salvarás a ti y a los que te escuchan.

1 Timoteo 5:17

Los presbíteros que cumplen bien su misión son merecedores de una doble remuneración, especialmente los que se ocupan de la predicación y la enseñanza.

Tito 1:7

Es necesario que el obispo sea irreprochable, como administrador que es de la casa de Dios; no debe ser arrogante, ni colérico, ni borracho, ni amigo de peleas ni de negocios sucios;

Tito 2:14

que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.

Hebreos 12:15

vigilad para que nadie sea privado de la gracia de Dios, para que ninguna raíz amarga vuelva a brotar y os perturbe, lo cual contaminaría la masa;

Hebreos 13:17

Obedeced a vuestros jefes y estadles sumisos, porque ellos cuidan de vuestras vidas, de las cuales deberán dar cuenta, para que lo hagan con alegría y no con lágrimas, lo que no os beneficiaría nada.

1 Pedro 2:25

Pues erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas.

1 Pedro 2:9

Vosotros, por el contrario, sois linaje escogido, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su propiedad, para anunciar las grandezas del que os ha llamado de las tinieblas a su luz maravillosa,

1 Juan 1:7

pero si andamos en la luz, como él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado.

Apocalipsis 5:9

Ellos cantaban un cántico nuevo: Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque has sido degollado y has rescatado para Dios con tu sangre a los hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación.