Cuando en el país haya hambre, peste, sequía y añublo, langostas y saltamontes; cuando el enemigo cierre el cerco en torno a alguna de sus ciudades; en cualquier calamidad o enfermedad;
Lucas 7:21 - Nueva Biblia Española (1975) Entonces mismo curó Jesús a muchos de enfermedades, ataques y malos espíritus, y a muchos ciegos les devolvió la vista. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese preciso momento Jesús sanó a muchas personas de enfermedades, dolencias, y expulsó espíritus malignos y le devolvió la vista a muchos ciegos. Biblia Católica (Latinoamericana) En ese momento Jesús curó a varias personas afligidas de enfermedades, de achaques y de espíritus malignos y devolvió la vista a algunos ciegos. La Biblia Textual 3a Edicion Y en aquella hora sanó a muchos de enfermedades y dolencias, y de espíritus malignos, y concedió la vista° a muchos ciegos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades y males y de espíritus malignos, y a muchos ciegos les concedió la vista. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y en la misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de malos espíritus; y a muchos ciegos dio la vista. |
Cuando en el país haya hambre, peste, sequía y añublo, langostas y saltamontes; cuando el enemigo cierre el cerco en torno a alguna de sus ciudades; en cualquier calamidad o enfermedad;
Pero si el sacerdote entra, y al examinar la casa observa que no se ha extendido el mal después de haberla revocado, declarará pura la casa, porque el mal se ha curado.
Jesús recorría Galilea entera, enseñando en aquellas sinagogas, proclamando la buena noticia del reino y curando toda dolencia y enfermedad del pueblo.
Se hablaba de él en toda Siria: le traían enfermos con toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los curó.
pues, como había curado a tantos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo.
Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y notó en su cuerpo que estaba curada de aquel tormento.
El le dijo: Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y sigue sana de tu tormento.
Los hombres se presentaron a Jesús y le dijeron: Juan Bautista nos ha mandado a preguntarte: '¿Eres tú el que tenia que venir o esperamos a otro?'.
porque el Señor educa a los que ama y da azotes a los hijos que reconoce por suyos.