Aquel día David temió al Señor, y dijo: ¿Cómo va a venir a mi casa el arca del Señor?
Lucas 5:8 - Nueva Biblia Española (1975) Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, que soy un pecador. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Simón Pedro se dio cuenta de lo que había sucedido, cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: —Señor, por favor, aléjate de mí; soy un hombre tan pecador. Biblia Católica (Latinoamericana) Al ver esto, Simón Pedro se arrodilló ante Jesús, diciendo: 'Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador. La Biblia Textual 3a Edicion Al verlo Simón Pedro, se postró a los pies de Jesús, y dijo: ¡Apártate de mí Señor, que soy hombre pecador! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Simón Pedro vio esto se echó a los pies de Jesús, diciéndole: 'Apártate de mí, Señor, que soy hombre pecador'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Al ver esto Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. |
Aquel día David temió al Señor, y dijo: ¿Cómo va a venir a mi casa el arca del Señor?
Entonces la mujer dijo a Elías: ¡No quiero nada contigo, profeta! ¿Has venido a mi casa a recordar mis culpas y matarme a mi hijo?
Y dijeron a Moisés: Háblanos tú y te escucharemos; que no nos hable Dios, que moriremos.
Yo dije: '¡Ay de mí. estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos'.
Al entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas le rindieron homenaje; luego abrieron sus cofres y como regalos le ofrecieron oro, incienso y mirra.
El capitán le respondió declarando: Señor, yo no soy quién para que entres bajo mi techo, pero basta una palabra tuya para que mi sirviente se cure.
Hicieron señas a los socios de la otra barca para que vinieran a echarles una mano; se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían.
'El y sus compañeros se habían quedado asombrados al ver la redada de peces que habían conseguido;
Cuando llegó María a donde estaba Jesús, al verlo se le echó a los pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Porque ahora vemos confusamente en un espejo, mientras entonces veremos cara a cara; ahora conozco limitadamente, entonces comprenderé como Dios me ha comprendido.
Al verlo caí a sus pies como muerto. El puso su mano derecha sobre mí, diciéndome: 'No temas, yo soy el primero y el último,
y los de Casalsol decían: ¿Quién podrá resistir al Señor, a ese Dios santo? ¿Adonde podemos enviar el arca para deshacernos de ella?