me extravié como oveja perdida: busca a tu siervo, que no olvida tus mandatos.
Lucas 15:4 - Nueva Biblia Española (1975) Si uno de ustedes tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la descarriada hasta encontrarla? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Biblia Nueva Traducción Viviente «Si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, ¿qué hará? ¿No dejará las otras noventa y nueve en el desierto y saldrá a buscar la perdida hasta que la encuentre? Biblia Católica (Latinoamericana) Si alguno de ustedes pierde una oveja de las cien que tiene, ¿no deja las otras noventa y nueve en el desierto y se va en busca de la que se le perdió hasta que la encuentra? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Qué hombre de vosotros que tiene cien ovejas y pierde° una de ellas, no deja° las noventa y nueve en el desierto y va tras la que se ha perdido, hasta que la halla? Biblia Serafín de Ausejo 1975 '¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no abandona las noventa y nueve en el desierto y va en busca de la que se le ha perdido, hasta encontrarla? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? |
me extravié como oveja perdida: busca a tu siervo, que no olvida tus mandatos.
Todos errábamos como ovejas, cada uno por su lado, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes.
Por las poblaciones de la Sierra, de la Sefela, del Negueb, por el territorio de Benjamín, por el distrito de Jerusalén y por las ciudades de Judá, todavía pasarán las ovejas junto al que las cuenta -dice el Señor-.
Mi pueblo era un rebaño perdido que los pastores extraviaban por los montes, iban de monte en colina, olvidando el aprisco;
Buscaré las ovejas perdidas, recogeré las descarriadas; vendaré a las heridas, curaré a las enfermas; a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido.
Y ustedes son mis ovejas, ovejas de mi rebaño, y yo soy su Dios -oráculo del Señor- .
No fortalecen a las débiles, ni curan a las enfermas, ni vendan a las heridas; no recogen las descarriadas, ni buscan las perdidas y maltratan brutalmente a las fuertes.
¡Lo juro por mi vida! -oráculo del Señor- . Mis ovejas fueron presa, mis ovejas fueron pasto de las fieras salvajes por falta de pastor; pues los pastores no las cuidaban, los pastores se apacentaban a sí mismos.
El les respondió: Supongamos que uno de ustedes tiene una oveja, y que un sábado se le cae en una zanja, ¿la agarra y la saca o no?
Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: Hipócritas: cualquiera de ustedes, ¿no desata del pesebre al buey o al burro, y lo lleva a abrevar aunque sea sábado?
Porque este Hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido y a salvarlo.
Por eso tú, amigo el que seas, que te constituyes en juez, no tienes disculpa; al dar sentencia contra el otro te estás condenando a ti mismo, porque tú, el juez, te portas igual.
Andaban descarriados cómo oveja/, pero ahora han vuelto a su pastor y guardián.