Por entonces Jazael, rey de Siria, atacó a Gat y la conquistó. Luego se volvió para atacar a Jerusalén.
Levítico 7:9 - Nueva Biblia Española (1975) Toda ofrenda cocida al horno, asada a la parrilla o frita en la sartén le pertenece al sacerdote celebrante. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Asimismo toda ofrenda que se cociere en horno, y todo lo que fuere preparado en sartén o en cazuela, será del sacerdote que lo ofreciere. Biblia Nueva Traducción Viviente Toda ofrenda de grano que haya sido cocida al horno, preparada en una cacerola o en un sartén le pertenece al sacerdote que la presenta. Biblia Católica (Latinoamericana) Toda ofrenda de flor de harina que fue cocida en horno o tostada en sartén será del sacerdote que la presentó;' La Biblia Textual 3a Edicion Toda ofrenda vegetal que se cocine en horno, y todo lo cocinado en cazuela o en sartén, será del sacerdote que lo haya presentado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Toda oblación cocida en el horno, así como la preparada en cazuela o en sartén, será del sacerdote que la ha ofrecido. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Asimismo toda ofrenda que se cociere en horno, y todo lo que fuere aderezado en sartén, o en cazuela, será del sacerdote que lo ofreciere. |
Por entonces Jazael, rey de Siria, atacó a Gat y la conquistó. Luego se volvió para atacar a Jerusalén.
Comerán la ofrenda y las víctimas de los sacrificios expiatorios y penitenciales. También les pertenece todo lo dedicado al Señor.
El resto de la ofrenda será para Aarón y sus descendientes. Es la porción sagrada de la oblación al Señor.
El sacerdote expiará por la transgresión cometida en cualquiera de estos casos, y se le perdonará. El resto, como en las ofrendas de flor de harina, le corresponde al sacerdote.
Toda ofrenda amasada con aceite o seca les pertenece a los aaronitas, a todos por igual.
Al sacerdote que ofrece el holocausto le pertenece la piel de la víctima.
De lo sagrado y de las oblaciones que no se queman te. corresponde lo siguiente: todas las ofertas, las ofrendas, los sacrificios expiatorios y los sacrificios penitenciales que me ofrezcan. Son cosa sagrada, que te corresponde a ti y a tus hijos.
Pues también el Señor dio instrucciones a los que anuncian el evangelio diciéndoles que vivieran de su predicación.
¿Que son humanas las razones que doy?, ¿o es que la Ley, por su parte, no dice también eso?
Cuando uno está instruyéndose en el mensaje, comparta con el catequista todo lo que tiene.