Pero el otro, en cuanto salió, se puso a contarlo a más y mejor, divulgando la cosa hasta el punto de que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugar despoblado, pero se acercaban a él de todas partes.
Juan 5:15 - Nueva Biblia Española (1975) El hombre informó a los dirigentes judíos: Es Jesús quien me hadado la salud. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el hombre fue a ver a los líderes judíos y les dijo que era Jesús quien lo había sanado. Biblia Católica (Latinoamericana) El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. La Biblia Textual 3a Edicion El hombre fue y dijo a los judíos que Jesús era el que lo había sanado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. |
Pero el otro, en cuanto salió, se puso a contarlo a más y mejor, divulgando la cosa hasta el punto de que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugar despoblado, pero se acercaban a él de todas partes.
Este fue el testimonio de Juan, cuando las autoridades judías enviaron desde Jerusalén sacerdotes y clérigos a preguntarle: Tú, ¿quién eres?
Vengan a ver a un nombre que me ha dicho todo lo que he hecho; ¿será éste tal vez el Mesías?
Dijeron, pues, los dirigentes judíos al que había quedado curado: Es sábado y no te está permitido cargar con tu camilla.
Le preguntaron: ¿Quién es el hombre que te dijo: 'Cárgate-la y echa a andar?'
Precisamente por esto empezaron los dirigentes judíos a perseguir a Jesús, porque hacía aquellas cosas en sábado.
Más aún, en vista de esto, los dirigentes judíos trataban de matarlo, ya que no sólo suprimía el sábado, sino también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose él mismo igual a Dios.
Los fariseos, a su vez, le preguntaron también cómo había llegado a ver. El les respondió: Me puso barro en los ojos, me lavé y veo.
Replicó entonces él: Si es pecador o no, no lo sé; una cosa sé, que yo era ciego y ahora veo.
Les replicó el hombre: Pues eso es lo raro, que ustedes no sepan de dónde procede, cuando me ha abierto los ojos.
Le replicaron: Empecatado naciste tú de arriba abajo, ¡y vas tú a darnos lecciones a nosotros! Y lo echaron fuera.