Jacob llegó sano y salvo a Siquén, en tierra de Canaán, proveniente de Padán Aram, y acampó fuera, frente a la ciudad.
Juan 3:23 - Nueva Biblia Española (1975) También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salín, por haber allí agua abundante; se presentaba gente y se bautizaba, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese tiempo, Juan el Bautista bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y la gente iba a él para ser bautizada. Biblia Católica (Latinoamericana) Juan también estaba bautizando en Ainón, cerca de Salín, porque allí había mucha agua; la gente venía y se hacía bautizar. La Biblia Textual 3a Edicion También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salim, pues había allí muchas aguas, y acudían, y eran bautizados, Biblia Serafín de Ausejo 1975 También Juan seguía bautizando en Enón, cerca de Salín, porque había allí aguas abundantes y la gente acudía para bautizarse; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y también Juan bautizaba en Enón, junto a Salim, porque allí había mucha agua; y venían, y eran bautizados. |
Jacob llegó sano y salvo a Siquén, en tierra de Canaán, proveniente de Padán Aram, y acampó fuera, frente a la ciudad.
Ciudad opulenta, que vive entre canales: te llega el fin, el límite de tu trama.
Tu madre es como vid sarmentosa plantada al pie del agua: produjo fronda y fruto por la abundancia de agua.
vi. la gloria del Dios de Israel que venía de oriente, con estruendo de aguas caudalosas; la tierra reflejó su gloria.
Iba un gran gentío a que los bautizara; y Juan les decía: ¡Carnada de víboras! ¿Quién les ha enseñado a ustedes a escapar del castigo inminente?
Algún tiempo después fue Jesús con sus discípulos a la comarca de Judea, se detuvo allí con ellos y bautizaba.
sus pies parecían bronce incandescente en la fragua y era su voz como el estruendo del océano'.
Oí también un fragor que bajaba del cielo, parecido al estruendo del océano y al estampido de un trueno fuerte: era el son de citaristas que tocaban sus cítaras delante del trono,
Y oí algo que recordaba el rumor de una gran multitud, el estruendo del océano y el retumbar de fuertes truenos; decían: Aleluya. ¡Ha empezado a reinar el Señor nuestro Dios, soberano de todo!
Cruzaron la serranía de Efraín y atravesaron la comarca de Salisá, pero no las encontraron. Atravesaron la comarca de Saalín, y nada. Atravesaron la comarca de Benjamín, y tampoco.