Primero, pecado, y la prueba es que se niegan a darme su adhesión;
De pecado, por cuanto no creen en mí;
El pecado del mundo consiste en que el mundo se niega a creer en mí.
¿Qué pecado? Que no creyeron en mí.
De pecado, porque no creen en mí;
de pecado, porque no creen en mí;
El que crea y se bautice, se salvará; el que se niegue a creer, se condenará.
Cuando llegue él, le echará en cara al mundo que hay pecado, inocencia y sentencia.
mientras yo, antes, cuando no había Ley, estaba vivo. Pero, al llegar el mandamiento, recobró vida el pecado
en mí, antes un blasfemo, perseguidor e insolente. A pesar de eso, como lo hacía con la ignorancia del que no cree, Dios tuvo misericordia de mí;
Cuidado, hermanos, con que ninguno de ustedes tenga un corazón dañado por la incredulidad, que lo haga desertar del Dios vivo;