Marcos 16 - Nueva Biblia Española (1975)1 Terminado el descanso del sábado, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. 2 El primer día de la semana, muy de mañana, recién salido el sol, fueron al sepulcro. 3 Se decían unas a otras: ¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro? 4 Al levantar la vista, observaron que la piedra estaba corrida; y era muy grande. 5 Entraron en el sepulcro, vieron a un joven vestido de blanco sentado a la derecha y se espantaron. 6 El les dijo: No se espanten. Buscan a Jesús Nazareno, elcrucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el sitio donde lo pusieron. 7 Y ahora márchense, díganle a sus discípulos y a Pedro que va delante de ellos a Galilea; allí lo verán, como les dijo. 8 Salieron huyendo del sepulcro, del temblor y el desconcierto que les entró, y no dijeron nada a nadie, del miedo que tenían. 9 Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana y se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. 10 Ella fue a decírselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando, 11 pero ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, se negaron a creer. 12 Después se apareció por el camino, con aspecto diferente, a dos de ellos que iban a un rancho. 13 También éstos fueron a anunciárselo a los demás, pero tampoco a ellos les creyeron. 14 Por último se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y su terquedad en no creer a los que lo habían visto resucitado. 15 Y añadió: Vayan por el mundo entero predicando la buena noticia a toda la humanidad. 16 El que crea y se bautice, se salvará; el que se niegue a creer, se condenará. 17 A los que crean, los acompañarán estas señales: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, 18 agarrarán las serpientes y, si beben algún veneno, no les hará daño; aplicarán las manos a los enfermos y quedarán sanos. 19 Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y sesentó a la derecha de Dios. 20 Ellos se fueron a predicar el mensaje por todas partes y el Señor cooperaba confirmándolo con las señales que los acompañaban. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.