Y esto no es más que la orla de sus obras, hemos oído apenas un murmullo de él; ¿quién percibirá su estampido poderoso?
Génesis 1:2 - Nueva Biblia Española (1975) La tierra era un caos informe; sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Biblia Nueva Traducción Viviente La tierra no tenía forma y estaba vacía, y la oscuridad cubría las aguas profundas; y el Espíritu de Dios se movía en el aire sobre la superficie de las aguas. Biblia Católica (Latinoamericana) todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el Espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las Aguas. La Biblia Textual 3a Edicion Pero la tierra llegó a estar desolada° y vacía, y había tinieblas sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se cernía° sobre la faz de las aguas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La tierra era una masa informe y caótica. Había tiniebla sobre la faz del abismo y el hálito de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la tierra estaba sin forma y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. |
Y esto no es más que la orla de sus obras, hemos oído apenas un murmullo de él; ¿quién percibirá su estampido poderoso?
la cubriste con el manto del océano, y las aguas asaltaron las montañas;
La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos;
Antes de los océanos fui engendrada, antes de los manantiales de las aguas.
Como un ave aleteando, el Señor de los ejércitos protegerá a Jerusalén: protección liberadora, rescate salvador.
Así dice el Señor, creador del cielo -él es Dios-, el que modeló la tierra, la fabricó y la afianzó; no la creó vacía, sino que la formó habitable: 'Yo soy el Señor y no hay otro'.
i Destrucción, desolación, devastación! El temple se funde, vacilan las rodillas, se doblan los ijares, el rostro pierde el color.
pues el Dios que dijo: 'Brille la luz del seno de las tinieblas', la ha encendido en nuestros corazones, haciendo resplandecer el conocimiento de la gloria de Dios, reflejada en el rostro del Mesías.
Como el águila incita a su nidada revolando sobre los polluelos, así extendió sus alas, los tomó y los llevó sobre sus plumas.