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1 Samuel 3:3 - Nueva Biblia Española (1975)

Aún no se había apagado la lámpara de Dios, y Samuel estaba acostado en el santuario del Señor, donde estaba el arca de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

La lámpara de Dios aún no se había apagado, y Samuel estaba dormido en el tabernáculo cerca del arca de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Todavía no se había apagado la lámpara de Dios y Samuel estaba acostado en el santuario de Yavé, allí donde estaba el arca de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

pero aún no se había apagado la lámpara de Dios, y estando Samuel acostado en la Casa de YHVH, en la cual estaba el Arca de Dios,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No se había apagado todavía la lámpara de Dios. Samuel se hallaba acostado en el santuario de Yahveh, donde se hallaba el arca de Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde el arca de Dios estaba; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada,

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1 Samuel 3:3
10 Tagairtí Cros  

ofrecen al Señor holocaustos matutinos y vespertinos y perfumes fragantes, presentan los panes sobre la mesa pura y encienden todas las tardes el candelabro de oro y sus lámparas. Porque nosotros observamos las prescripciones del Señor, nuestro Dios, al que ustedes han abandonado.


Una cosa pido al Señor y es lo que busco: habitar en la casa del Señor toda mi vida, contemplar la belleza del Señor examinando su templo.


la voz del Señor retuerce los robles, el Señor descorteza las selvas. En su templo un grito unánime: ¡Gloria!


Detestas a los malhechores, destruyes a los mentirosos, a los traidores y sanguinarios los aborrece el Señor.


Harás un candelabro de oro de ley; todo cincelado: base, fuste, copas, cálices y corolas arrancarán de él.


Su rival la insultaba ensañándose con ella para mortificarla, porque el Señor la había hecho estéril.


Entonces, después de la comida en Silo, mientras el sacerdote Eli estaba sentado en su silla, junto a la puerta del templo del Señor,