Y bramarán contra ellos en aquel día, con bramido como del mar; y uno mirará hacia la tierra, mas he aquí tinieblas y angustia: y la luz estará obscurecida en las nubes de ella.
Jeremías 30:5 - Biblia Version Moderna (1929) porque así dice Jehová: Hemos oído el ruido de un terror pánico; hay alarma, y no paz alguna. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Porque así ha dicho Jehová: Hemos oído voz de temblor; de espanto, y no de paz. Biblia Nueva Traducción Viviente Esto dice el Señor: «Oigo gritos de temor; hay terror y no hay paz. Biblia Católica (Latinoamericana) Esto dice Yavé:
He oído un grito de terror,
de pánico, no de paz. La Biblia Textual 3a Edicion Así dice YHVH: ¡Gritos de terror hemos oído, De espanto y no de paz! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así dice Yahveh: 'Oigo gritos de terror, de temor, y no de paz. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque así dice Jehová: Hemos oído voz de temblor, de temor, y no de paz. |
Y bramarán contra ellos en aquel día, con bramido como del mar; y uno mirará hacia la tierra, mas he aquí tinieblas y angustia: y la luz estará obscurecida en las nubes de ella.
Gruñimos como osos, todos nosotros, y gemimos tristemente como palomas; esperamos la justicia, mas no la hay; la salvación, pero se aleja de nosotros.
Los asoladores han venido; se ven sobre todos los cerros pelados del desierto; porque la espada de Jehová devora desde el uno hasta el otro extremo de la tierra: no hay paz para ninguna carne.
¡Escuchad la voz del clamor de los pastores, y el aullido de los mayorales del rebaño; porque Jehová ha asolado su dehesa!
Mas ¿por qué los veo despavoridos y vueltos atrás? ¡aun sus hombres más esforzados están derribados! ¡huyen apresuradamente, y no miran atrás! El temor se esparce por todos lados, dice Jehová.
Así dice Jehová: He aquí que viene un pueblo de la tierra del Norte, sí, una nación grande se despierta desde los fines de la tierra;
¡Oh hija de mi pueblo, cíñete de saco, y revuélcate en la ceniza! haz por ti misma llanto, como por un hijo único, amarguísima lamentación! porque viene súbitamente el saqueador sobre nosotros.
Desde Dan se siente el resoplido de sus caballos: al estruendo de los relinchos de sus fuertes corceles, se estremece la tierra. Llegó ya el enemigo, y ha devorado la tierra y cuanto contiene, la ciudad y los que en ella habitan.
He aquí, la voz del grito de la hija de mi pueblo suena desde una tierra muy remota: ¿Acaso no está Jehová en Sión? ¿no está en ella su Rey? Antes bien, ¿por qué me han provocado a ira con sus esculturas, y con sus vanidades traídas de una tierra extraña?
Porque se oye una voz de llanto, procedente de Sión, que dice: ¡Cómo hemos sido desolados! ¡estamos en extremo abochornados! ¡porque dejamos la tierra natal, porque han echado por tierra nuestras habitaciones!
Convertiré también vuestros fiestas en llanto, y todos vuestras cantares en endechas; y haré subir cilicio sobre todos los lomos, y peladura sobre todas las cabezas; y pondré la tierra de duelo, como por un hijo único, y su fin será como un día de amargura.
Se mofa también de los reyes, y príncipes le son objeto de irrisión: se ríe también de todas las fortalezas; pues que amontonando el polvo, las toma.
Pues he aquí que voy a levantar a los Caldeos, nación despiadada y presurosa; la cual andará por la anchura de la tierra, para posesionarse de moradas que no son suyas.