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Jeremías 30:6 - Biblia Version Moderna (1929)

6 Preguntad, si queréis, y ved si el varón da a luz hijos: ¿por qué causa pues veo a todo hombre con las manos sobre sus lomos, como mujer que está de parto? ¿y por qué se han vuelto pálidos todos los rostros?

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Biblia Reina Valera 1960

6 Inquirid ahora, y mirad si el varón da a luz; porque he visto que todo hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer que está de parto, y se han vuelto pálidos todos los rostros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Déjenme hacerles una pregunta: ¿Acaso los varones dan a luz? ¿Entonces por qué están parados allí con sus caras pálidas y con las manos apoyadas sobre el vientre como una mujer en parto?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Pregunten y miren: ¿han visto que un hombre esté esperando un hijo? Pues entonces, ¿por qué veo a los hombres con las manos en las caderas como mujer que da a luz y sus caras se han puesto amarillas?

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Inquirid y averiguad: ¿Da a luz el varón? ¿Por qué pues, veo a todo varón como parturienta: Las manos a las caderas; los rostros lívidos y demudados?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Preguntad, pues, y ved si dan a luz los varones. Entonces, ¿por qué veo a todo hombre con las manos en las caderas, como parturienta, y todos los rostros se alteran

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Preguntad ahora, y ved, ¿da a luz el varón? ¿Por qué, pues, veo que todos los hombres tienen las manos sobre sus lomos, como mujer de parto, y se han vuelto pálidos todos los rostros?

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Jeremías 30:6
19 Σταυροειδείς Αναφορές  

Temblor los sobrecogió allí, dolor, como a mujer que da a luz.


Por esto mis lomos están llenos de dolor; angustias se han apoderado de mí, como angustias de la que da a luz. Padezco dolores, de modo que no puedo oír; estoy confundido, de modo que no puedo ver.


Por tanto, Jehová que redimió a Abraham, dice así respecto de la casa de Jacob: Ya no se avergonzará más Jacob, y ya no palidecerá más su rostro.


¿Qué dirás cuando él ponga sobre ti, por cabeza tuya, a los que tú mismo has enseñado a ser tus íntimos amigos? ¿No se apoderarán de ti dolores, como de mujer que da a luz?


¡Oh habitadora del Líbano, que haces tu nido entre los cedros, cuán lastimosa serás cuando te acometan angustias, dolores, como a mujer que da a luz!


Porque he oído una voz como de mujer que está de parto; congojas como de la que da a luz su hijo primogénito: es la voz de la hija de Sión, que está agonizando; que extiende sus manos, diciendo: ¡Ay de mí; porque desmaya mi alma a causa de los homicidas!


Las ciudades están conquistadas, y las fortalezas tomadas por asalto; y será el corazón de los hombres esforzados de Moab en aquel día como el corazón de una mujer en sus angustias.


He aquí que el enemigo subirá  volando como águila, y extenderá sus alas contra Bozra; y será el corazón de los héroes de  Edom en aquel día como el corazón de una mujer en sus angustias.


Damasco ha venido a ser endeble; ¡vuelve su rostro para huir! mas temblor se apodera de ella, angustia y dolores se asen de ella, como de mujer que está de parto.


El rey de Babilonia oye la fama de ellos, y se le debilitan las manos; la angustia se apodera de él, dolores como de mujer que da a luz.


¡Hemos oído la fama de ellos, y se debilitan nuestras manos! la angustia se apodera de nosotros, y dolores como de la que da a luz.


Entonces se le mudaron al rey los colores, y sus pensamientos le aterraron, en términos que las coyunturas de sus lomos se le desencajaban, y sus rodillas se batían la una con la otra.


Dolores, como de la que da a luz, vendrán sobre él; es un hijo no sabio; porque ya ha tiempo que no debiera detenerse al punto mismo de nacer.


A su presencia los pueblos están angustiados; y todas las caras se revisten de palidez.


La ciudad está ya vacía, devastada y desolada; y se deslíe el corazón, y se baten las rodillas, y hay angustia en todos los lomos; y palidece el rostro de todos.


Cuando los hombres estén diciendo: ¡Paz y seguridad! entonces mismo vendrá sobre ellos repentina destrucción, como dolores de parto sobre la que está encinta; y no podrán escaparse.


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