Ellos dijeron entonces al rey: De aquel hombre que acababa con nosotros, y que maquinaba contra nosotros, para que fuésemos destruídos, de manera que no quedásemos en todos los términos de Israel,
Daniel 9:26 - Biblia Version Moderna (1929) Y después de las sesenta y dos semanas será muerto el Mesías; y no será más suyo el pueblo: y el pueblo de otro príncipe que ha de venir, destruirá la ciudad y el Santuario; y su fin será como con avenida de aguas; y hasta el fin de la guerra están decretados asolamientos. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. Biblia Nueva Traducción Viviente »Después de este período de sesenta y dos conjuntos de siete, matarán al Ungido sin que parezca haber logrado nada y surgirá un gobernante cuyos ejércitos destruirán la ciudad y el templo. El fin llegará con una inundación; guerra, y la miseria que acarrea, está decretada desde ese momento hasta el fin. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de las sesenta y dos semanas, será eliminado un hombre consagrado, sin que se encuentre culpa en él. Llegará un pueblo cuyo jefe destruirá la ciudad y el Templo: todo quedará sumergido y habrá guerras y desastres hasta el fin. La Biblia Textual 3a Edicion Después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí. Y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el Santuario, pero su fin será como una inundación, y hasta el fin de la guerra han sido decretados asolamientos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pasadas las sesenta y dos semanas matarán al ungido y nada quedará. Vendrá un príncipe con su tropa y destruirá la ciudad y el santuario. El final será un cataclismo, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones decretadas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo del príncipe que ha de venir, destruirá la ciudad y el santuario; con inundación será el fin de ella, y hasta el fin de la guerra las asolaciones están determinadas. |
Ellos dijeron entonces al rey: De aquel hombre que acababa con nosotros, y que maquinaba contra nosotros, para que fuésemos destruídos, de manera que no quedásemos en todos los términos de Israel,
Hase secado como un tiesto mi vigor; y mi lengua se ha pegado a mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte.
He aquí que tiene Jehová un azote fuerte y alerta, el cual como tempestad de granizo, y torbellino destructor, y como tempestad de aguas poderosas que todo lo arrebatan, echará por tierra con violencia.
Ahora bien, no seáis vosotros escarnecedores, no sea que se aprieten vuestras ligaduras; porque un exterminio, y ese decretado, es lo que tengo oído de parte del Señor Jehová de los Ejércitos, contra toda la tierra.
Por medio de la opresión y del juicio fué quitado; y en cuanto a los de su generación, ¿quién entre ellos pensaba que fué cortado de le tierra de los vivientes, por la transgresión de mi pueblo; hecho maldición por ellos?
por tanto, he aquí que el Señor va a hacer subir sobre ellos las aguas del río, fuertes y abundantes (el rey de Asiria con toda su gloria), el cual subirá sobre todas sus canales, y pasará sobre todas sus riberas;
¿Quién es éste que se alza como el Nilo, y cuyas aguas se agitan como los ríos?
Ha subido contra Babilonia un mar de enemigos; con el tumulto de sus olas ella ha sido anegada.
¶Empero los hijos de aquél levantarán guerra, y juntarán una multitud de fuerzas grandes; y uno de ellos vendrá a viva fuerza, e invadirá, y pasará adelante; luego tomará, y llevará la guerra hasta la fortaleza del otro.
Luego pondrá su rostro para ir contra el otro conel poderío de todo su reino, y efectuará convenios con él, y hará su voluntad; .y le dará la hija de mujeres, esperando corromperla; pero ello no tendrá éxito, ni ella permanecerá de su parte.
Y las fuerzas enemigas serán arrebatadas delante de él como con avenida de aguas, y serán completamente deshechas; y también el príncipe de su pacto.
¶Aquel rey pues hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios: y contra el Dios de los dioses hablará cosas espantosas; y saldrá con lo suyo, hasta que se concluya la indignación; porque lo decretado ha de ser hecho.
Y dará validez al pacto para con muchos en la semana restante, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda vegetal; luego sobre el ala de las abominaciones vendrá el asolador; y hasta la consumación, y consumación decretada, se derramará la ira sobre el pueblo asolado.
Y Jehová dijo: Llámale Lo-ammí; porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.
A causa de esto ¿no ha de estremecerse la tierra, y no debe prorrumpir en lamentos cada uno de los que habitan en ella? pues ella, toda ella se elevará como el Nilo; y surgirá, y después se bajará, como el Nilo de Egipto.
Porque el Señor, Jehová de los Ejércitos, es Aquel que toca la tierra, y ella se derrite, y prorrumpen en lamentos todos los que habitan en ella; y se eleva toda ella como el Nilo; y después se bajará como el Nilo de Egipto;
Pero con un diluvio inundador hará completa destrucción del lugar de aquella ciudad enemiga; y a sus enemigos los perseguirán las tinieblas.
El reino de los cielos es semejante a cierto rey, que celebró las bodas de su hijo.
El rey, pues, se indignó, y enviando sus tropas, destruyó a aquellos homicidas, y puso a fuego su ciudad.
Mas él respondiendo, les dijo ¿No veis todo esto? pues en verdad os digo, que no será dejada aquí una piedra sobre otra, que no sea derribada.
Y Jesús le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? Pues no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.
Mas cuando oyereis hablar de guerras y rumores de guerras, no os turbéis: es menester que sucedan estas cosas; mas aun no es el fin.
Y él les dijo: Elías en verdad viene primero, y lo restituye todo; y tened presente cómo ha sido escrito del Hijo del hombre, que ha de sufrir muchas cosas, y ser tenido en nada.
Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalem será hollada por los gentiles hasta que los tiempos de los gentiles sean cumplidos.
En lo que toca a estas cosas que veis, días vendrán, en que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada.
¿Acaso no era necesario que el Cristo padeciese estas cosas, y entrase en su gloria?
y les dijo: Así está escrito, y así era necesario que el Cristo padeciera, y que resucitase de entre los muertos al tercer día;
De ahora en adelante no hablaré mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí:
Pues a aquel que no conoció pecado, le hizo pecado, a causa de nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Cristo empero nos redimió de la maldición de la ley, cuando fué hecho maldición por nosotros; (pues que está escrito: Maldito es todo aquel que es colgado en madero,)
Porque a esto mismo fuisteis llamados; pues que Cristo también sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo, para que sigáis en sus pisadas:
quien mismo llevó nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, a fin de que nosotros, estando muertos a los pecados, viviésemos a la justicia: por cuyas llagas vosotros fuisteis sanados.
Porque Cristo también padeció por los pecados, una vez para siempre, el justo por los injustos, a fin de llevarnos a Dios, cuando fué muerto en cuanto a la carne, pero vivificado en cuanto al espíritu;