¡Hasta que refresque el día y declinen las sombras de la tarde, vuelve, oh amado mío, sé como el corzo, o como el cervatillo, sobre las montañas escarpadas!
Cantares 8:14 - Biblia Version Moderna (1929) ¡Date prisa, oh amado mío, y sé como el corzo o como el cervatillo, sobre las montañas de los aromas! Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Apresúrate, amado mío, Y sé semejante al corzo, o al cervatillo, Sobre las montañas de los aromas. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Ven conmigo, mi amor! Sé como una gacela, o como un venado joven sobre los montes de especias. Biblia Católica (Latinoamericana) Huye, amado mío,
como gacela o como un cabrito
por los montes de las balsameras. La Biblia Textual 3a Edicion Oh amado mío, apresúrate,° Y sé como la gacela o el cervatillo, sobre los montes de los aromas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Date prisa, amado mío, y sé cual la gacela o como el cervatillo por los montes de los bálsamos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Huye, amado mío; y sé semejante al corzo, o al cervatillo, sobre las montañas de los aromas. |
¡Hasta que refresque el día y declinen las sombras de la tarde, vuelve, oh amado mío, sé como el corzo, o como el cervatillo, sobre las montañas escarpadas!
¡Yo os conjuro, oh hijas de Jerusalem, por las gacelas, y por las ciervas del campo, que no despertéis y que no quitéis el sueño a mi amada, hasta que ella quiera!
¡Mi amado es como el corzo, o como el cervatillo! ¡He aquí que está ya junto a nuestra pared; mira por las ventanas, atisba por entre las celosías!
¡Hasta que refresque el día y declinen las sombras de la tarde, iréme al monte de la mirra, y a la colina del olíbano!
Dijo pues: Cierto hombre de ilustre nacimiento partió para un país lejano, a recibir para sí un reino, y volver.
Esto no obstante, según todo el deseo de tu alma podrás degollar animales y comer su carne en todas tus ciudades, conforme a la bendición de Jehová tu Dios que él te hubiere dado; el inmundo lo mismo que el limpio podrá comerla, del mismo modo que la de la gacela y del ciervo;
pues estoy estrechado por ambas partes, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo; lo cual es mucho mejor.
¶Y el Espíritu y la esposa dicen ¡Ven! y el que oye, diga: ¡Ven! y el que tiene sed, ¡venga! ¡y el que quiera, tome del agua de la vida, de balde!
¶El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente yo vengo presto. Amén. ¡Ven, Señor Jesús!