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Apocalipsis 22:17 - Biblia Version Moderna (1929)

17 ¶Y el Espíritu y la esposa dicen ¡Ven! y el que oye, diga: ¡Ven! y el que tiene sed, ¡venga! ¡y el que quiera, tome del agua de la vida, de balde!

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 El Espíritu y la esposa dicen: «Ven». Que todos los que oyen esto, digan: «Ven». Todos los que tengan sed, vengan. Todo aquel que quiera, beba gratuitamente del agua de la vida.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 El Espíritu y la Esposa dicen: '¡Ven!' Que el que escucha diga también: '¡Ven!' El que tenga sed, que se acerque; y el que lo desee, reciba gratuitamente el agua de la vida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven! Y el que oye, diga: ¡Ven! Y el que tenga sed, venga, y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 El Espíritu y la esposa dicen: 'Ven'. El que oiga, diga: 'Ven'. Quien tenga sed, que se acerque. El que quiera, tome gratis del agua de la vida.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiere, tome del agua de la vida gratuitamente.

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Apocalipsis 22:17
29 Σταυροειδείς Αναφορές  

¡Gustad y ved que Jehová es bueno: dichoso el hombre que confía en él!


Por tanto con regocijo sacaréis agua de las fuentes de salvación.


Pues caminarán muchos pueblos, diciendo: ¡Venid, y subamos al monte de Jehová, a la Casa del Dios de Jacob! y él nos enseñará en cuanto a sus caminos, y nosotros andaremos en sus senderos; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová.


¡Oh casa de Jacob, venid, y andemos en la luz de Jehová!


Inquirirán el camino de Sión, puestos hacia allá sus rostros, diciendo: ¡Venid, y unámonos a Jehová en un pacto eterno, que nunca será echado al olvido!


ENTONCES me hizo volver a la entrada de la Casa; y he aquí aguas que salían por debajo del umbral de la Casa hacia el oriente; porque la fachada de la Casa miraba hacia el oriente, y las aguas descendían por debajo del umbral, del lado derecho de la Casa, al sur del altar.


Pues caminarán muchas naciones, diciendo: ¡Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la Casa del Dios de Jacob! y él nos enseñará en cuanto a sus caminos, y nosotros andaremos en sus senderos; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová.


Y los dos discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús.


Jesús respondió y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le habrías pedido a él, y él te hubiera dado agua viva.


Dícele la mujer: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo: ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva?


mas el que bebiere del agua que yo le daré, nunca jamás tendrá sed; sino que el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua, que brote para vida eterna.


¡Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hechol ¿será acaso éste el Cristo?


¶Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie, y clamó, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.


siendo justificados, sin merecimiento alguno, por su gracia, mediante la redención que tienen en Cristo Jesús;


Pero nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios; para que conozcamos las cosas que nos han sido dadas gratuitamente por Dios.


¶Y oí una voz procedente del cielo, que decía: ¡Bienaventurados los muertos que mueren en el Señor, de aquí en adelante! ¡así sea! dice el Espíritu; para que descansen de sus trabajos; y sus obras los van siguiendo.


Quien tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, que está en medio del Paraíso de Dios.


Y ví la santa ciudad, la nueva Jerusalem, descendiendo del cielo, desde Dios, preparada como una novia engalanada para su esposo.


Y díjome: ¡Hecho está!  Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tuviere sed, le daré a beber de la fuente del agua de la vida, de balde.


¶Y vino uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones llenos de las siete postreras plagas; y habló conmigo, diciendo: Ven acá; te mostraré la novia, la esposa del Cordero.


Y ME mostró un río de agua de vida, resplandeciente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, en medio de la plaza de la ciudad.


¶Yo Jesús he enviado mi ángel para dar testimonio de estas cosas a las iglesias. Yo soy la raíz y el vástago de David, la estrella resplandeciente de la mañana.


porque el Cordero, que está en medio, delante del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de agua de vida; y limpiará Dios de los ojos de ellos toda lágrima.


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