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Abdías 1:3 - Biblia Nacar-Colunga

3 El orgullo de tu corazón te ha engañado. Quien habita en las cavernas de las rocas y cuya morada son las alturas, se dice a sí mismo: ¿Quién me hará bajar a tierra ?

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

3 La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Has sido engañada por tu propio orgullo porque vives en una fortaleza de piedra y haces tu morada en lo alto de las montañas. “¿Quién puede tocarnos aquí en las remotas alturas?”, te preguntas con arrogancia;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 La soberbia de tu corazón te ha engañado a ti que habitas en las quebradas de Petra, que te cuelgas de la muralla rocosa y que dices en tu corazón: '¿Quién me hará bajar a tierra?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 La soberbia de tu corazón te sedujo, Porque habitas en rocas° escarpadas.° En la altura de tu morada, piensas: ¿Quién me derribará por tierra?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 El orgullo de tu corazón te engañó, tú que habitas en las hendiduras de la roca, que tienes la altura por morada, que dices en tu corazón: '¿Quién será capaz de derribarme en tierra?'.

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Abdías 1:3
21 Cross References  

Establecióse Esaú en el monte de Seir. Esaú es Edom.


Batió a diez mil edomitas en el valle de la Sal. Conquistó en la guerra Sela, y la llamó Joctel, nombre que conserva hoy todavía.


Amasias se esforzó, y a la cabeza de su pueblo vino al valle de la Sal y deshizo a diez mil hombres de los hijos de Seír.


Los hijos de Judá apresaron vivos a diez mil, y, llevándolos a la cresta de una roca, los despeñaron, y todos se hicieron pedazos.


Si hasta el cielo subiere su arrogancia y tocare en las nubes su cabeza,


La soberbia es heraldo de la ruina, y la altivez de corazón, de la caída.


Antes de la caída se exalta el corazón del hombre, y a la gloria precede la humillación.


La soberbia trae al hombre la humillación, pero el de humilde corazón es ensalzado.


Hemos oído del orgullo de Moab, orgulloso en extremo; su arrogancia, su orgullo, su insolencia, su vana palabrería,'


He aquí que a ti me dirijo, morada del valle, roca de la llanura — oráculo de Yahvé — . A vosotros que decís: ¿Quién descenderá sobre nosotros y quién penetrará en nuestras guaridas?


Así dice Yahvé: No os engañéis a vosotros mismos, diciéndoos: “Se irán los caldeos de nosotros,” porque no se irán.


Abandonad las ciudades y habitad en las rocas, habitantes de Moab, y sed como la paloma que anida al borde de los precipicios.


Te ha engañado la altanería de tu corazón, tú que habitas en los huecos de las rocas y escalas las crestas de los montes. Aunque pongas tan alto como el águila tu nido, de allí te haré bajar — oráculo de Yahvé — .


¿Por qué te glorías de los valles, de tu valle fértil, oh hija rebelde? Confiada en tus tesoros (decías): ¿Quién vendrá contra mí?


Por la muchedumbre de tus contrataciones se llenaron tus estancias de rapiñas, y pecaste, y te arrojé del monte santo y te eché de en medio de las piedras de fuego, ¡oh querube protector!


Y si Edom dijere: Hemos sido aplastados, pero reconstruiremos las ruinas, así dice Yahvé de los ejércitos: Ellos reconstruirán, pero yo destruiré. Y los llamarán “tierra de impiedad” y “pueblo contra el que se irritó para siempre Yahvé.”


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