María guardaba todo esto y lo meditaba en su corazón.
Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
pero María guardaba todas estas cosas en el corazón y pensaba en ellas con frecuencia.
María, por su parte, guardaba todos estos acontecimientos y los volvía a meditar en su interior.
Y Miriam guardaba todas estas palabras, meditándolas en su corazón.
María, por su parte, retenía todas estas cosas repensándolas en su corazón.
Sus hermanos le envidiaban, pero a su padre le daba qué pensar.
He escondido en mi corazón tu oráculo para no pecar contra ti.
Y él me enseñaba diciéndome: Pon atención a mis palabras, pon por obra mis mandatos y vivirás.
Aquí acabó la plática. Yo, Daniel, anduve sobremanera turbado por mis pensamientos, demudado el color, y guardé todo esto en mi corazón.
¿Qué tendrá que ver ya Efraím con los ídolos? Yo, que le afligí, le haré dichoso. Por mí, que soy como ciprés, siempre verde, recogerá él sus frutos.
y cuantos las oían, pensativos, se decían: ¿Qué vendrá a ser este niño? Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él.
Y cuantos les oían se maravillaban de lo que decían los pastores.
Bajó con ellos y vino a Nazaret, y les estaba sujeto, y su madre guardaba todo esto en su corazón.
Los servidores de Aquis dijeron a éste: “Ahí está David, rey de la tierra; aquel de quien cantaban: Mató Saúl sus mil, pero David sus diez mil.”