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Filipenses 4:7 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

7 Y la paz de Dios, que nadie en este mundo alcanza a entender, cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Y la paz de Dios, que es mayor de lo que se puede imaginar, les guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Jesús el Mesías.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Y la paz de Dios, que está por encima de todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

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Filipenses 4:7
43 Referencias Cruzadas  

para dar luz a los que viven en tinieblas, en la más terrible oscuridad, para guiar nuestros pasos por la senda de la paz».


«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».


La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.


Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.


Les escribo a todos ustedes, que están en Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a ser parte de su pueblo santo. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les permitan gozar de su inmerecido amor y de su paz.


Pues el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas. Más bien tiene que ver con dejarse guiar por el Espíritu Santo a una vida de justicia, paz y alegría.


Le pido a Dios, quien da esperanza, que los llene de toda alegría y paz. Pues ustedes creen en él, y quiero que el poder del Espíritu Santo los llene de confianza.


Hemos sido declarados justos por medio de la fe y, como resultado, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.


Si solo pensamos en hacer lo malo, encontraremos la muerte. Pero, si dejamos que el Espíritu controle nuestra mente, tendremos vida y paz.


Destruimos el orgullo y las ideas de los que impiden a la gente conocer a Dios. Hacemos que la gente cambie esas ideas por ideas que agradan a Cristo.


En fin, hermanos en la fe, alégrense, traten de que su fe sea cada vez más fuerte. Hagan caso de mi consejo, traten de estar de acuerdo en todo, vivan en paz. Y el Dios de amor y de paz estará con ustedes.


En cambio, los que viven guiados por el Espíritu muestran amor por los demás, son alegres y tienen paz. El Espíritu los hace tener paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,


En fin, pido que ustedes conozcan ese amor que nuestra mente no alcanza a comprender. Porque así serán llenos de todo lo que Dios tiene y es.


Los saludan Pablo y Timoteo, servidores de Cristo Jesús. Esta carta va dirigida a todos los creyentes en Cristo Jesús que están en Filipos, junto con los líderes y diáconos.


Pido a Dios nuestro Padre y al Señor Jesucristo que les permitan gozar de su inmerecido amor y de su paz.


Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten. Por medio de Cristo Jesús, Dios les dará de sus gloriosas riquezas.


Saluden a todos los creyentes en Cristo Jesús. Los hermanos en la fe que están conmigo les mandan saludos.


Pongan en práctica las enseñanzas que les he dado, lo que les he dicho, y sigan mi ejemplo. Si lo hacen, el Dios de paz estará con ustedes.


Que la paz que Cristo da domine sus pensamientos, pues Dios los llamó a vivir unidos y en paz. Y sean agradecidos.


Le pido al Señor que da paz que les dé su paz siempre y en toda situación en que se encuentren, y que él los acompañe siempre.


El Dios que da la paz levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, al gran Pastor de las ovejas. Por medio de su sangre, Dios estableció con nosotros un pacto eterno.


Los saluda Judas, servidor de Jesucristo y hermano de Santiago. Dirijo esta carta a los que son amados por Dios el Padre, protegidos y llamados por Jesucristo.


Los saluda Juan. Escribo este libro a las siete iglesias que están en la provincia de Asia. Le pido a Dios, quien es, era y vendrá, que los llene de su amor inmerecido y de su paz. Lo mismo pido a los siete espíritus que están delante de su trono


El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido. Además, le daré una piedrecita blanca. En ella está escrito un nombre nuevo que solo conoce el que lo recibe.


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