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Génesis 4:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

14 Hoy me condenas al destierro y nunca más podré estar en tu presencia. Andaré por el mundo errante como un fugitivo y cualquiera que me encuentre me matará.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Me has expulsado de la tierra y de tu presencia; me has hecho un vagabundo sin hogar. ¡Cualquiera que me encuentre me matará!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Tú me arrojas hoy de esta tierra, y me dejas privado de tu presencia. Si he de ser un errante y de andar vagando sobre la tierra, cualquiera que me encuentre me matará.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Si me expulsas hoy de sobre la faz de la tierra, de tu presencia estaré oculto, seré errante y fugitivo en la tierra y sucederá que cualquiera que me encuentre, me matará.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Tú me echas hoy de la tierra y de tu presencia habré de esconderme. Andaré fugitivo y errante por la tierra, de modo que cualquiera que me encuentre me matará'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 He aquí me echas hoy de la faz de la tierra, y de tu presencia me esconderé; y seré fugitivo y vagabundo en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.

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Génesis 4:14
27 Referencias Cruzadas  

Luego de expulsarlo, puso al oriente del jardín del Edén a los querubines y una espada ardiente que se movía por todos lados para custodiar el camino que lleva al árbol de la vida.


—Este castigo es más de lo que puedo soportar —dijo Caín al Señor—.


Pero ahora resulta que toda la familia se ha puesto en contra de esta servidora suya. Me exigen que entregue al asesino para que lo maten, y así vengar la muerte de su hermano, aunque al hacerlo eliminen al heredero. La verdad es que de esa manera apagarían la última luz de esperanza que me queda, y dejarían a mi esposo sin nombre ni descendencia sobre la tierra.


Que anden sus hijos vagando y mendigando; que anden rebuscando entre las ruinas.


Que nadie le extienda su bondad; que nadie se compadezca de sus huérfanos.


Respóndeme pronto, Señor, que el aliento se me escapa. No escondas de mí tu rostro o seré como los que bajan a la fosa.


El malvado cae por su propia maldad; el justo, aun en su muerte, halla refugio en Dios.


El malvado huye aunque nadie lo persiga; pero el justo vive confiado como un león.


y, clavando la mirada en la tierra, solo verán aflicción, tinieblas y espantosa penumbra; ¡serán arrojados a una oscuridad total!


a tal grado que el Señor, en su ira, los echó de su presencia. Todo esto sucedió en Jerusalén y en Judá. Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.


Por eso serán como nube matutina, como rocío que temprano se evapora, como paja que se lleva el viento, como humo que se escapa por la chimenea.


Yo les negaré mi favor y sus adversarios los derrotarán. Sus enemigos los dominarán y ustedes huirán sin que nadie los persiga.


»En cuanto a los que sobrevivan, tan profundo será el temor que les infundiré en tierra de sus enemigos, que hasta el susurro de una hoja movida por el viento los pondrá en fuga. Correrán como quien huye de la espada y caerán sin que nadie los persiga.


Corresponderá al vengador matar al asesino. Cuando lo encuentre, lo matará.


o por haberle dado un puñetazo por enemistad, el agresor es un asesino y será condenado a muerte. Cuando el vengador lo encuentre, lo matará.


el vengador podrá matarlo y no será culpable de homicidio si lo encuentra fuera de la ciudad.


»Luego dirá a los que estén a su izquierda: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.


»Aquellos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».


El Señor te dispersará entre todas las naciones, de uno al otro extremo de la tierra. Allí adorarás a otros dioses, dioses de madera y de piedra que ni tú ni tus antepasados conocieron.


En esas naciones no hallarás paz ni descanso. El Señor mantendrá angustiado tu corazón; tus ojos se cansarán de anhelar y tu corazón perderá toda esperanza.


Ellos sufrirán el castigo de la destrucción eterna, lejos de la presencia del Señor y de su glorioso poder,


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